En Arequipa, hasta noviembre de 2021, hubo 7 feminicidios. Los feminicidas desde el 2020 fue cruel, pero hay una fiscal que se encargó que sancionar a los agresores
La fiscal Yajaida Huamán Escobar llegó esa mañana a atender el caso, su objetivo era recoger hasta la más mínima evidencia que permita que Marizol descanse en paz y el asesino purgue la sanción más severa que hay en el país. Veinte meses después del crimen, logró que la Corte Superior de Justicia de Arequipa sentencie a cadena perpetua a Álvarez.
Este año 2021, se registraron siete feminicidios y más de 12 mil denuncias de agresión recibieron los Centros de Emergencia Mujer (CEM)
LA COVID Y LA JUSTICIA. El crimen de Marizol ocurrió tres meses antes que la pandemia del nuevo coronavirus aísle a los peruanos en sus domicilios, y en marzo de 2020 todos estábamos encerrados en casa, las pruebas recogidas de aquel feminicidio también.
“Ese 7 de enero llegué a aquella casa en Quequeña, lo más impactante en ese escenario perturbador fue ver a ese pequeño niño, había sangre por todos lados, ese bebé durmió en ese lugar del crimen. Yo soy madre, no puedo imaginar el dolor y trauma que pasaba ese niño. En ese momento, uno tiene que estar frío y pensar en hacer justicia. El agresor, hoy sentenciado, no mostraba arrepentimiento, era increíble”, contó la fiscal provincial del Primer Despacho de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos contra la Mujer y los Integrantes del Grupo Familiar subespecialidad Violencia Sexual y Feminicidio.
El trabajo de la especialista Yajaida Huamán se realizó en la etapa más cruda de la pandemia. Todo era complicado, los operadores de justicia temían hasta coger un documento porque allí reposara el virus y se contagien. Era el miedo que tenía el mundo entero.
“Había tanta presión que sentía, porque además del confinamiento, todo escaseó, como los reactivos de los laboratorios. Exigía tener el ADN, pues el feminicida no aceptaba el crimen y su familia menos, ellos culpaban a la mujer. Era terrible trabajar con el coronavirus acechando, pues nadie sabía cómo evitar los contagios. Tuve que gestionar por mis propios medios la entrega de resultados. Llamé a fiscalías especializadas de Lima, era bastante insistente y logré tener las pruebas de ese delito, logré tener todo. Es verdad, hubo demora de más de un año, pero el sentenciado ya no pudo mentir más, las evidencias hablaron de lo cruel que Gilber Álvarez fue con Marizol”, explicó la fiscal.
HECHOS. Según las evidencias, se pudo conocer que Marizol y Digber Álvarez Vera consumieron bebidas alcohólicas y en la madrugada del 7 de enero se produjo una discusión. La riña fue escuchada por la hermana del sentenciado, Sonia Álvarez, quien pidió apoyo al presidente de la asociación Ecológica Nueva Quequeña, Benjamín Alcahuamán, que vaya a detenerlos y llegó a la zona con policías.
Marizol junto a su hijo que hoy quedó al cuidado de sus papás y hermanos. |
La alcaldesa de Quequeña, Laura López, acudió a brindar apoyo en buscar justicia.
“Yo llegué, vi esa habitación, solo pensé en cuidar al niño, lo cargué y no permití que nadie se le acerque. Los especialistas del UPE del Ministerio de la Mujer, me exigieron que suelte al menor para llevarlo a no sé dónde, les contesté que en ese momento el niño no necesitaba trasladarse a ningún lado, sino cariño para reaccionar, luego de ser testigo de ese trauma. La ministra de la Mujer de entonces me avaló”, contó.
La autoridad edil se encargó de cuidar al niño durante varias horas, usó las redes sociales para lograr contactar a los parientes de Marizol que vivían en Cusco, pues la solución de algunos operadores de justicia fue llevar al menor a vivir con la familia del feminicida.
“Contacté al hermano de Marizol, le pagué el pasaje de viaje de Sicuani (Cusco) a Arequipa, llegó a las 8 de la noche de ese día. Me aceptaron. El niño todo el día no quería comer, poco a poco me tuvo confianza y comió. Luego su tío llegó y se lo llevó”, indicó.
Un año después, sigue pendiente del pequeño, quien poco a poco cicatriza sus heridas viviendo en los bellos paisajes de Cusco.
MÁS SENTENCIAS. Este año la fiscal Yajaida Huamán logró conseguir justicia para dos mujeres más. Uno de los casos es el feminicidio ocurrido en Cayma donde Roberto Liborio Valdivia Gallegos fue declarado culpable del feminicidio en agravio de Yakelin Iquise Condori, una joven madre de 26 años. El Juzgado Penal Colegiado de Cerro Colorado-Camaná sentenció al sujeto a 30 años de cárcel.
Fiscal Yajaida Huamán promovió ley para sancionar el feminicidio. |
En este caso, Liborio no era pareja de la víctima, ella vendía mascarillas y guantes por medio de Facebook, el asesino la llamó para comprarle sus productos y abusó sexualmente de ella, la golpeó con un elemento contundente que desprendió parte de su cuero cabelludo y la estranguló hasta la muerte.
La fiscal también logró convencer al Poder Judicial que sancione a Franklin Ronald Vargas Pinto, quien estará preso por 15 años por tentativa de feminicidio en contra de su exconviviente.
El siguiente caso de la fiscal Yajaida Huamán es lograr que el presunto feminicida Alfredo Rosendo Salas Dueñas tenga cadena perpetua porque se le acusa de quitarle la vida a Jennyfer M.Y. Al sujeto se le imputa cometer prevalimiento (abuso de confianza) y discriminación, conociendo que ella tenía 15 años de edad y se encontraba en estado de gestación. El hallazgo del cuerpo fue terrible, el crimen ocurrió en octubre de 2020.
POR LAS MUJERES. Hoy es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se conmemora cada 25 de noviembre, las cifras de agresiones no descienden, pero aumenta la intención de las mujeres en cuidarse.
El coordinador del Programa Aurora del Ministerio de la Mujer en Arequipa, Erick Pumacayo Rocha, reporta que, entre enero y octubre del año en curso, los Centros de Emergencia Mujer (CEM) de Arequipa reportaron 12 562 denuncias de mujeres agredidas. (ver estadísticas).
¿HAY SOLUCIÓN? La respuesta es sí, comenta la alcaldesa de Quequeña, Laura López, quien acercó a su distrito una comisaría de auxilio rápido ya que la más cercana está a dos kilómetros en el distrito de Yarabamba.
“Tuve que improvisar un contenedor de mercancía, forrarlo con drywall y quedó como una construcción segura, los vecinos ahora van allí, para que nadie los lastime como lo ocurrió con Marizol”, cuenta.
Además, ella indica que fue víctima de violencia en dos ocasiones por su expareja. “La primera vez perdoné, la segunda vez no. Si no nos cuidamos, ¿quién lo va a hacer?, de nosotras dependen familias, nuestros hijos. Les pido no tengan miedo y aléjense de sus agresores”, puntualizó.
Por su parte, Erick Pumacayo, indicó que los varones tienen que aprender a controlar su ira. “Es verdad que en momento de problemas económicos uno se desespera, pero también deben controlarse porque siempre hay soluciones, para ello deben ir a tratamientos psicológicos en familia.
En ese sentido, en Tiabaya un grupo de profesionales realiza el proyecto bicentenario “Centro de Recuperación Emocional Integral para Víctimas, reeducación de agresores, fortalecimiento de la familia y asistencia legal CREIVA.
La coordinadora de CREIVA, Wendy Del Carpio, cuenta que brindan atención gratis en el local social 8 de diciembre, allí tienen 384 usuarios atendidos en el 2021, el 15% son varones que no controlaban su ira y agredían a sus parejas.
Ellos dieron el primer paso para sanar sus emociones. Entonces, con una atención familiar oportuna con el psicólogo sí pueden ver luz en ese túnel que a veces parece no tener salida. Si quiere atenderse puede llamar al 924217177 para solicitar su cita y atención gratis.