Hasta que los terrenos los separe

Los diez hermanos Del Carpio Casani viven enfrentados por la herencia de terrenos de cultivos de 10 hectáreas ubicado en el sector de San Isidro en La Joya.


Escribe: Yorch Huamaní Estrada

Los hermanos Del Carpio Casani prometieron a sus padres Daniel y Elena —antes que fallezcan— estar unidos y apoyarse en los momentos más difíciles. Sin embargo, su promesa terminó días después de que doña Elena falleciera, el pasado 16 de junio, debido a su avanzada edad. 

La familia creció en las chacras del centro poblado de San Isidro ubicado en el distrito de La Joya. Zulema del Carpio Casani, de 63 años, es la mayor de diez hermanos y recuerda con nostalgia los días de su niñez junto a sus padres y hermanos. Especialmente los cumpleaños de sus padres, fiestas patrias, navidad, pues su papá mataba más de 50 cuyes para celebrar las fiestas.

“Mi padre siempre fue una persona correcta, a todos nos compraba los regalos por igual, nunca tuvo preferencias por ninguno”, cuenta. 

Los problemas familiares iniciaron en el 2016 cuando los esposos Daniel y Elena dejaron como herencia las 10 hectáreas de los cultivos para sus hijos. Según el acta de testamento firmado por la Notaría Llerena, le correspondía a cada uno una hectárea. Este documento fue firmado y aprobado por la familia y presenciado por un testigo. 

Sin embargo, dos años después, tras la muerte del patriarca de la familia, iniciaron los conflictos, pues la última voluntad de los padres habría sido alterada. “Una de mis hermanas, Ana María, nos dice: me han entregado el testamento de mi papá donde les han hecho una modificatoria. Entonces recién fuimos a ver y es ahí donde nos dimos con la sorpresa que el testamento del 2016 había sido modificado por mi hermana Judith donde le beneficia un tercio más de los terrenos. Entonces nosotros quisimos hacer juicio, pero decidimos conversar y aceptamos, pero ella quería otro tercio más, es decir el 48% del total de la herencia para los otros hermanos queda repartida a la mitad”, explica.

Judith del Carpio Casani, de 43 años, es la menor de los diez hermanos y vive en la casa que dejaron sus padres, pues es soltera y emprendedora como su familia. Tuvo varios negocios dedicados a la gastronomía. Actualmente alquila un tablón de las chacras que comprende seis topos (más de dos hectáreas) dónde cosecha productos de tallo corto y largo como cebolla, zanahoria, alfalfa. También se dedica a la venta de cuyes por cantidad para los diferentes restaurantes de la zona y de Arequipa. 

La casa donde los hermanos vivieron sus mejores años de infancia y adolescencia, está rodeada de un canal de regadío, al interior del inmueble aún se conserva la fotografía a blanco y negro de don Daniel y doña Elena. Sus retratos están en la sala y observan todo lo que sucede. 

Son las 8:30 de la mañana, los gallos continúan cantando en las chacras y en los exteriores de la casa hay un patrullero de la comisaría de San Isidro. Esto porque Judith intentó denunciar a sus propias hermanas por usurpación, pues las hermanas llegaron desde Arequipa para tomar posesión de lo que aseguran que les pertenece. Los gritos de felicidad y travesura que hacían los hermanos en la sala de la casa, ahora se convirtieron en quejas, reclamos y hasta insultos. Sin embargo, Judith también señala que esa parte de la casa le pertenece, pese a que aún no se ha delimitado la pertenencia para cada hermano. 

"Estamos tomando posesión porque ya nos cansamos de que mi hermana no quiera aceptar la tablada de terreno que le tocó junto a la casa. Ella quiere más ¿y para nosotros que nos queda? Nada", exclama Ana del Carpio Casani, mientras al interior de la casa los agentes del orden intentan calmar a la familia. 

Zulema Del Carpio detalló que previo a la toma de posesión de una parte del predio conversaron con su hermana menor, pero no llegaron a un acuerdo. “Yo quise evitar todo esto. Hablé con ella en varias oportunidades, porque mis otras hermanas ya no querían hablar con ella, pero ella (Judith) no quiere aceptar que sea un solo tablón para ella”, acota. 

Por su parte, Gina del Carpio sostiene que la posesión de la casa es para evitar que su hermana menor continúe teniendo ingresos a causa del alquiler de las chacras. “No vamos a permitir que mientras dure un juicio ella continúe cobrando por el alquiler de las chacras. Puede durar dos años como diez. Lo que estamos haciendo es ocupar una parte de la casa y dejar su cuarto de ella”, explica.

La mujer acusa que cuando visitan las chacras no tienen donde quedarse, pues los cuartos están ocupados y su hermana les impide descansar. Por su parte, Judith del Carpio Casani impotente por lo que sucedió, dice: “No puedo hablar, me vas a disculpar, estoy mal, no dejan descansar en paz a mis papás, ellos no los cuidaron”. 

Ante ello, Jhony Del Carpio Casani refiere que cada hermano cuidó a su mamá cuando estaba mal, incluso le compraron sus medicinas, le cambiaron los pañales, etc. “Yo cuidé a mis padres cuando estaban mal y vivían en mi casa en 2018 hasta setiembre. Luego mi hermana la llevó al notario contra su voluntad y le hicieron firmar las modificatorias del testamento”, relata. 

UNA SOLUCIÓN

Jhony del Carpio refiere que la solución a los conflictos de terrenos y de herencia es pedir la nulidad de las modificatorias de los testamentos firmados en el 2018, pues asegura que fue firmado contra la voluntad de sus padres y sin ningún testigo. “Requerimos que se haga una plena investigación sobre esas modificatorias que fueron manipuladas a nuestros padres. Solo pedimos que se respete el primer testamento firmado en el 2016”, finaliza.

Este solo es el inicio de un largo juicio entre hermanos que inició ayer (viernes 24 de setiembre), pues entre familiares acudieron a la comisaría de San Isidro para denunciarse mutuamente por el presunto delito de usurpación.