Más de 20 picanterías se unen para realizar este evento de mañana. La población puede acudir a los locales desde las 11:00 para saborear miles de litros de chicha
La Fiesta de la Chicha desde hace nueve años es el evento gastronómico cultural que da inicio el cronograma de actividades del mes aniversario de Arequipa. Sin la pandemia del nuevo coronavirus, la plaza de Armas era el escenario aliado de más de 20 picanteras y picanteros que preparaban más de 10 mil litros de la bebida bandera de la ciudad del Misti. Este año, por cumplir los protocolos sanitarios para evitar contagios, la fiesta será virtual y descentralizada en cada restaurante que es parte de la Sociedad Picantera de Arequipa.
El coordinador de la Sociedad, que además es un reconocido cineasta y gestor cultural, Miguel Barreda Delgado, explica que ahora las familias de toda la ciudad tendrán cerca a sus hogares una picantería donde degustar la chicha de güiñapo, tradicional de Arequipa y se realizará mañana de 11:00 a 14:00 horas.
¿Qué cambios tendrá esta Fiesta de la Chicha? Por la pandemia estamos obligados a realizar nuestra fiesta virtual y descentralizada. Los miembros de la Sociedad Picantera de Arequipa ofrecerán en más de 20 locales la chicha tradicional de la Ciudad Blanca, que es a base de güiñapo. Cada emprendimiento hará algo especial siguiendo los protocolos sanitarios. Adicionalmente, vamos a hacer un acto presencial en el Palacio Municipal con el alcalde Omar Candia y la Sociedad Picanera de Arequipa se entregará reconocimientos y el muncipio provincial realizará una transmisión en vivo en sus redes sociales a las que nos uniremos todos los socios.
¿La Fiesta de la Chicha estará cerca de las familias? En eso pensamos, que cada local dé algo especial y tradicional a las familias que tendrán cerca de sus casas una picantería donde este viernes podrán dar inicio a los festejos de Arequipa consumiendo algún potaje arequipeño y su bebida como es la chicha de güiñapo.
¿Cómo nació la propuesta de crear la Fiesta de la Chicha? La idea nació para rendir homenaje a las tradiciones y sabores importantes de Arequipa que ahora son Patrimonio Cultural de la Nación y para mostrar cómo es la forma de socializar que tienen las picanterías. Además, de manera simbólica, usamos antes, la plaza de Armas para que de esa manera se fusione el patrimonio monumental con el cultural e inmaterial que representa la gastronomía. Por eso decimos que la Fiesta de la Chicha que se realiza cada primer viernes de agosto, es importante para mostras los conocimientos ancestrales y revalorarlos.
Arequipa, tiene su propia chicha, hecha a base güiñapo. Sí, es especial, pero tampoco es incorrecto decir que es chicha de jora, porque en el país la mayoría de estas bebidas son a base de maíz. En el caso de Arequipa, el güiñapo que tiene la particularidad de ser un maíz negro, germinado y seco debe sere triturado y de allí se hace todo un ritual hasta conseguir la bebida de color grante.
¿Esta fiesta logró revalorar las tradiciones gastronómicas? La idea de la Fiesta de la Chicha era revalorar los sabores de esta tierra y homenajear su mes aniversario y así abrir el calendario de festejos, también reivindica las características democráticas y abiertas que se vivían en las picanterías, un local de encuentro que une todas las clases sociales, todos se sentaban en una mesa, se compartía mucho.
¿Desde cuándo se consume chicha? La chicha de güiñapo es prehispánica, era la bebida de excelencia del incanato por la complejidad de su elaboración. La chicha era destinada a las panacas no a todo el pueblo, con la llegada de los españoles la consumen todos, pero hace 500 años era una bebida más alcohólica porque se hacía fermentar más tiempo y era más embriagadora al ser consumida en grandes cantidades. Con la ordenanza del virrey Toledo se pide que no se consuma sola sino acompañada de comidas y así fue el inicio de las chicherías y luego de las picanterías. En el siglo XIX es cuando los potajes ganan protagonismo y se mejora la tradición culinaria de Arequipa, la chicha pasó de ser el principal producto pedido a ser solo acompañamiento de las picanterías, tradición que continúa hasta hoy.
