Vivir es ser feliz

Don Antonio es un filatelo, coleccionador de estampillas, su posesión más importante y de mucho valor es la postal que recibió por parte de la NASA con motivo del alunizaje en 1969.




Antonio Ríos Angulo nació el 13 de junio de 1953 en el distrito de Wanchaq - Cusco, es el menor de 10 hermanos y estudió en el colegio Salesiano y Garcilaso. Desde los 13 años se enlistó en bomberos, a una cuadra de su casa estaba la compañía de los hombres de rojo, ahí aprendió a nadar.

Su colegio estaba ubicado muy cerca al aeropuerto Alejandro Velasco Astete y podía apreciar los aviones de la época. “Podía apreciar los antiguos aviones de cuatro motores, como en esa época el aeropuerto aún carecía de cerco perimétrico, me gustaba pararme unos metros detrás de los aviones para que el aire que salía de las turbinas me empujen y sienta volar”, refiere don Antonio, mientras recuerda su niñez.

Es así como le nació el interés por los avances aeronáuticos, cuando tenía 16 años fue bombardeado por noticias aeroespaciales. “El hombre llegará a la Luna por primera vez”, escuchó en su –ahora vieja- radio a tubos con las que podía escuchar emisoras internacionales. “El 16 de julio de 1969 escuché por la radio cómo se preparaba la partida del Apolo 11, como en esa época las televisiones eran muy escasas, solo podía imaginar cómo sucedían las cosas. Con la tensión estuve varios días, hasta que finalmente el 20 de julio se informó el alunizaje y Neil Armstrong dijo su frase inmortal cuando pisó la Luna: ‘Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad’”, recuerda con un brillo en los ojos don Antonio.

Con motivo del alunizaje y el éxito de la operación, la NASA anunció que cada persona que escriba una carta sería respondida con una estampilla del alunizaje. “Envié mi carta, pero los días pasaron y no tenía respuesta. Así pasaron casi 7 meses cuando a mi casa llegó una carta de Estados Unidos, en el interior estaba la estampilla y los sellos de la NASA”, señala Antonio, mientras de un estuche rojizo saca la estampilla, que hoy 20 de julio cumple 52 años de alunizaje.

VIDA. En su época escolar también tuvo su otra gran pasión: Antonieta, su amiga de pupitre, quien en un futuro se convirtió en su esposa y compañera de vida y con quien tiene 3 hijos: Anita, Lizbeth y Antonio.

Cuando terminó el colegio don Antonio dejó su casa, muy de prisa le informó a sus padres que viajaría a Lima a estudiar, de ese modo, arribó a la capital y postuló a la escuela de suboficiales de la Guardia Civil del Perú en Chorrillos, después de años de preparación fue designado para trabajar en Puno, ahí con 21 años se dieron el sí con Antonieta y comenzó con la labor policial.

En el Altiplano fue parte de la fundación de varias unidades en la ciudad, y también dio sus primeros pasos en el periodismo. Un oficial que llegó de Lima le ordenó que la policía debía tener una oficina de Relaciones Públicas y él era el encargado para hacer esta tarea. “Así comencé a escribir notas de prensa que después pasaba a los diarios, también tenía espacios radiales en los que daba noticias policiales”, recuerda don Antonio. “Con mi primera nota casi termino preso, en esos años informé que una funcionaria del SINAMOS (entidad estatal del gobierno revolucionario de las Fuerzas Armadas) fue detenida con 8 cargamentos de droga. La noticia se esparció y al día siguiente la funcionaria me buscó con su abogado y un fiscal y me amenzaron de meterme preso. Al final fuimos a verificar la información a la comisaría donde se registraron los hechos y corroboramos que en verdad había una detenida por drogas; sin embargo, la imputada presentó el documento de identidad que la funcionaria había perdido antes, todo terminó ahí, aunque las cosas se complicaron para la detenida”, recuerda don Antonio.

Otro de experiencias como policía, fue cuando encontraron a un turista brasileño que aparentemente falleció por una intoxicación, don Antonio lo llevó al hospital y lograron reanimarlo, el turista se quedó varios meses y el efectivo del orden lo ayudó y contactó con su familia. En recuerdo de eso, la amistad entre el brasileño Kaiser Pírez y don Antonio nació y hasta compartieron vacaciones en Brasil.

Con el paso de los años logró su colegiatura en el Colegio de Periodistas del Perú, estudió idiomas, docencia en la Unsa y hasta llevó cursos para ser corresponsal de guerra, tanto en la Marina de Guerra del Perú como en un curso conjunto del Ministerio de Defensa.

Es así como también ejerció de docente en el colegio Neptalí Valderrama y en la Escuela Técnico Superior de la Policía Nacional del Perú.

Actualmente don Antonio es jubilado, fue docente durante 25 años, policía durante 30 años, periodista de la Federación de Periodista del Perú por 35 años y colegiado por 30, toda una vida de experiencias.

A don Antonio le gusta viajar, conoce muchas ciudades y países de Europa, Sudamérica, Centro y Norteamérica. En uno de sus tantos viajes llegó al museo de la NASA, ahí revivió con las herramientas, trajes y naves de la época aquella experiencia que vivió a los 16 años: la llegada del hombre a la Luna.

DETALLE

Antonio Ríos Angulo  es miembro del tribunal de honor del Colegio de Periodistas del Perú - Filial Departamental de Arequipa, institución a la que pertenece hace más de 20 años.