Tras una poderosa detonación en la fábrica de explosivos Dinsur, 25 personas perecieron. Hoy, las víctimas descansan en el camposanto de Congata


Por unos minutos, un manto gris cubrió el despejado cielo, mientras horrorizados vecinos veían caer los restos de las víctimas. Benedicta Zapata recuerda que esta tragedia conmocionó a la población, vecinos salieron presurosos a buscar a sus parientes, mientras madres de familia lloraban desconsoladas por la tragedia.
“Las pocas viviendas de la zona fueron afectadas, los techos de calamina y estera se vinieron abajo por la onda expansiva, ni qué decir de los vidrios, estallaron”, sostuvo.
DOLOR. La premura de los bomberos quienes llegaron al lugar se confundía con la desesperación de los pobladores quienes no salían de su asombro tras presenciar semejante accidente.
Algunos de los restos de los trabajadores nunca se recuperaron, por lo que un grupo de ellos fue enterrado en una fosa común en el cementerio de Congata, ubicado a escasos metros de la fábrica de explosivos.
No todas las víctimas eran de la zona, algunos venían de Tiabaya u otro distrito, hoy encontraron descanso eterno en suelo uchumayino.
Tras los hechos, algunas de las familias que enlutaron recibieron una vivienda por parte de la empresa como compensación, aunque no fueron todas.
Al paso de los años, la fábrica cambió de nombre a Mechas del Sur, el día de hoy es Orica y aunque ahora manejan estrictos protocolos de seguridad laboral, siempre estará el recuerdo de las víctimas que perecieron en la que significó la peor tragedia del distrito de Uchumayo.
Estas víctimas tienen como última morada el camposanto de Congata, recientemente remodelado.
Cada primero de noviembre, familiares, amigos y pobladores dejan una vela encendida conmemorando lo sucedido hace 52 años de la tragedia. Se tiene la esperanza que estos hechos no se vuelvan a repetir en el futuro. Para ello, las autoridades realizan inspecciones cada cierto tiempo, a fin de evitar dolorosas escenas en el distrito.