Pasión por la pluma

Víctor escribió en 2017 una novela que habla de cuarentenas, mascarillas y lavado de manos, tres años después el mundo sufriría los estragos de la covid-19




Víctor Lozada acaba de publicar su segunda novela de ciencia ficción titulada Discerpo. El joven escritor arequipeño realizó sus estudios superiores en el extranjero y dedicó gran parte de su vida a lo que más le gusta: la literatura. 

¿Cómo fue el proceso creativo de Discerpo? Te comento que fue gracioso porque yo la hice en 2017 y la quería publicar antes de la pandemia, pero con la editorial Surnumérica vimos las dos novelas, Discerpo y El Sueño de Cerbero, y se decidió publicar la segunda. Comenzó la pandemia y con la editorial Animal de Invierno decidimos publicarlo en Lima. Cuando comenzamos a editarla vimos que tenía este tema de cuarentenas, máscaras, lavado de manos cada 25 segundos y dijimos ¡Ah caray!, hay varias escenas que pudieron ser descripciones precisas de lo que vivimos ahora y acordamos enfatizar que fue escrita en 2017, porque muchas personas van a pensar que solo copié lo que vivimos en la pandemia. La escribí cuando vivía en Malasia por trabajo. En esos momentos tenía que tomar varias decisiones importantes en vida como era regresar a Perú y temas románticos. Entonces, sentía cómo mis emociones me podrían llevar a tomar malas decisiones y tuve la idea de crear una versión mía que no pudiera sentir y esta persona me ayudaría a tomar estas decisiones. Empecé a jugar con esta idea y pensé que pasaría si todos perdiéramos la capacidad de tener emociones mediante una pandemia. Así nació Discerpo.

¿Qué te inspiró a contar sobre estos temas que en 2021 son comunes y en 2017 no? El tema de la pandemia para mí era secundario, era solo una herramienta que utilicé para que la historia fluya de a poco. Quería que fuese algo sobrenatural, incluso sonar un poco científico. Por eso comencé a estudiar el funcionamiento de las emociones, como el cerebro trabaja para su creación y encontré cosas muy interesantes. Descubrí que las emociones evolucionaron para ayudarnos a tomar decisiones. Pero cuando evolucionaron nosotros éramos cavernícolas. Solo debíamos sentir miedo por el tigre y amor por la pareja reproductiva, nada más. Ahora vivimos en una sociedad compleja, donde las emociones nos hacen meter la pata. El ejemplo más claro es enamorarse de la persona equivocada. Debemos saber cuándo escuchar y cuándo no. Me di cuenta, después de escribir esta novela, que cuando dicen “debes seguir a tu corazón” es una tontera.

¿Cuántos pasajes de tu vida plasmaste en esta obra? Hay una cosa interesante en la novela y es que en ningún momento se menciona nombres ni lugares. Traté de crear una anonimidad en la historia y demostrar que a través de las emociones podemos tener contacto con las personas y cuando no, esa conexión se rompe por completo y ya no hay personas, sino cosas. No puse nada de mi vida, solo menciono que la pandemia se originó en Malasia, que era donde vivía en ese entonces. Pero lo demás, es ficticio.

¿Por qué decidiste dedicarte a la literatura? Yo no la elegí. Comencé a tener el impulso de escribir desde la secundaria y solo necesitaba ese empujón que lo tuve en mi primer año de universidad. Allí conocí a uno de mis mejores amigos que también quería escribir, entonces nos comenzamos a motivar. Él quería escribir una obra de teatro y yo una novela, incluso planeamos un viaje donde llevaríamos un block de notas y el 20 % del viaje haríamos los bocetos de la historia sentados en una cafetería. Tuve la suerte de encontrar personas que me motivaron a escribir. Mis hermanas me ayudan y apoyan muchísimo, a pesar de saber que la escritura no paga bien. 

¿La escritura es tu pasatiempo? No lo diría así. No subsisto de esto, pero a la vez es lo que más hago y disfruto. Lo subiría un nivel más que un pasatiempo. Tampoco lo veo como una ruptura con mis estudios. Puede que haya estudiado en una escuela de negocios en Madrid, pero sin esas experiencias, estudios, personas y vivencias no podría contar lo que escribo ahora. Toda mi vida formé al escritor que soy ahora. 

¿Es fácil para un arequipeño convertirse en escritor? Hay empuje del Gobierno y de la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa, el problema es la demanda. Los arequipeños no son de ir una o dos veces por mes a la librería para comprar un escrito de un autor local. No hay esta pasión de saber qué se produce en Arequipa a gran escala. A la gente de Animal de Invierno les pedí que traigan un lote para Arequipa y me respondieron que no podían traer muchas porque no hay mercado. Eso me dolió porque casi estaba obligando traer copias, pero a la vez es cierto. Suelo con el momento donde los arequipeños (as) entren a una librería y pregunten ¿qué se está produciendo acá? La literatura muestra una cara de la sociedad donde vivimos que nos da ideas de cambios. Me esforcé en escribir sobre eso. Estuve fuera de Arequipa 13 años y regresé con ojos de investigador para iniciar ese cambio. 

¿Cuáles son los autores arequipeños contemporáneos que más sigue? He leído a Sarko Medina, Victoria Vargas, Orlando Mazeyra y Alex de los Ríos.

DETALLE

Discerpo, escrita en el 2017, relata la historia de un mundo atacado por una pandemia, donde sus víctimas pierdan toda capacidad de tener sentimientos y emociones.