El sábado 23 de junio de 2001, un movimiento telúrico sacudió el suelo de Arequipa y el sur del país, hubo 83 muertos y 66 desaparecidos en los escombros y por tsunami
Han pasado veinte años, pero parece que fue ayer cuando las torres de la Catedral de Arequipa cayeron producto del terremoto del 23 de junio del 2001.
Cuando el reloj marcaba las 3 de la tarde con 33 minutos, la tierra tembló para recordarnos lo frágil de la existencia frente al accionar de la naturaleza.
El movimiento telúrico fue percibido en todo el sur del Perú con mayor intensidad en Arequipa, Moquegua y Tacna; también se sintió en Chile y Bolivia. Aunque los reportes iniciales le daban una intensidad de 8.2, finalmente la información oficial señaló que el sismo tuvo 6.9 grados en la escala de Richter.
Para la historia quedaron diversas imágenes. Tras el terremoto, los transeúntes que circulaban por la Plaza de Armas de la Ciudad Blanca vieron atónitos cómo las torres de la basílica Catedral se desplomaban dejando una estela de polvo que fue retratada por fotógrafos como Fernando Choquecota que laboraban aquel día en el lugar.
De acuerdo al informe presentado por el Instituto Geofísico del Perú, el epicentro del terremoto fue localizado a 82 kilómetros al noroeste del distrito de Ocoña, en la provincia de Camaná.
Según el mismo reporte: “Este terremoto tuvo características importantes entre las que destaca la complejidad de su registro, el mismo que evidencia un proceso de ruptura por demás heterogéneo”.
Esa misma complejidad tuvieron periodistas corresponsales como José Luis Ordóñez, quien tuvo que recurrir a un teléfono público para informar a su medio de comunicación y a todo el país sobre el evento.
RÉPLICAS Y ANÉCDOTAS. El compendio estadístico de prevención y atención de desastres 2006, sismos en el Perú, presentado por el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) también cita que el terremoto del 2001 “...ha originado varios miles de post-sacudidas o réplicas y alcanzó una intensidad máxima de VIII”.
Los pobladores se paralizaban con cada réplica que parecía el inicio de un nuevo terremoto, las familias asustadas usaron los parques para pernoctar al estar temerosos de un nuevo desastre.
EL GOL SÍSMICO. Durante el terremoto, también se vivió esa intensidad en el estadio de la Unsa donde jugaban Atlético Universidad y Sportivo Huracán por el título departamental. El gol del equipo de La Pampilla llegó en el preciso momento del sismo.
En los siguientes segundos los aficionados vieron las tribunas temblar como castillo de naipes y ante el desconcierto tuvieron que lanzarse a la cancha para ponerse a salvo.
DESTRUCCIÓN. Según el informe “El terremoto y maremoto del sur del Perú 2001”, de la Oficina General de Defensa Nacional del Ministerio de Salud, el evento sísmico “...afectó a 17 provincias y 161 distritos del país, con 219 420 damnificados, 83 fallecidos, 66 desaparecidos, 2812 heridos, 35 576 viviendas afectadas y 22 052 viviendas destruidas”.
Una de las provincias más afectadas fue Camaná, donde 2000 casas en el balneario de la zona sur quedaron destruidas. Quince minutos después del sismo principal, un maremoto y posterior tsunami arrasó el lugar con olas de siete metros de altura.
Estas son solo algunas historias y cifras que dejó el terremoto del 2001 en Arequipa. En los siguientes meses, las torres de la Catedral fueron reconstruidas, los ciudadanos se recuperaron de las heridas dejadas por el movimiento sísmico y lo más importante no se rindió ante la adversidad y no olvidó que debemos seguir preparados porque en cualquier momento la tierra puede temblar como aquel 23 de junio o mucho más intenso.
