Decenas de personas soportan el clima gélido de la madrugada para llenar un balón en planta de Unsa
Uno de los casos es de Isaac Riveros, quien madruga todos los días desde hace dos semanas para ayudar en el tratamiento de su madre.
“Vine a las 2 de la mañana, el frío es insoportable, nos intentamos olvidar de este clima conversando entre todos manteniendo la distancia. Venimos de madrugada porque a los cinco primeros nos reciben el balón para darnos el oxígeno ese mismo día en la tarde, de lo contrario al día siguiente”, explica.
También, en la fila de ayer, estaba Edwin Llamoca que hizo cola desde las cuatro de la mañana por un balón para su hermano, este ciudadano pide a las autoridades implementar más plantas para ayudar a los pobladores.
De los 50 balones, se dividen botellas para público en general y para trabajadores, alumnos y familiares directos de la casa agustina. La necesidad de oxígeno incrementó en los últimos días incluso afectando a pacientes mas jóvenes como el esposo de Roxana del Carpio, quien estuvo entre los primeros lugares y tuvo que madrugar para venir desde Hunter hasta Zamácola y alcanzar cupo de recarga, ella no trabaja y tiene un precio especial porque su hija es universitaria. Son algunas historias que tienen en común la necesidad de cuidar en casa a su familiar infectado con el coronavirus.
DETALLE. En Arequipa solo la Unsa vende balones de 10 m3 a 40 soles, otra opción gratuita era la planta del hospital geriátrico que no funciona. El resto de plantas cobra más.