Como muchas madres en el mundo, a María Salgado Carpio le tocó afrontar el cuidado de su hija sin una pareja al costado. Pero, esa situación jamás la amilanó y luchó para que en el rostro de Rosemary siempre exista una sonrisa de oreja a oreja.
PERFIL. María Alejandro Salgado Carpio tiene 28 años, es una de las primeras alumnas en su instituto Cibertec donde estudia Comunicación y Arte Digital. A los 22 años se enteró que iba a ser madre y desde entonces empezó a trabajar porque sabía que a su hija nada le faltaría. Postergó sus estudios. Pero, su constancia hizo que gane una beca para poder culminarlos, ahora divide su tiempo entre las clases virtuales de su pequeña de cinco años y las suyas del instituto.
Cerro Colorado. María Alejandra Salgado Carpio tenía 22 años cuando se enteró que en su vientre crecía un nuevo ser. Su corta edad se transformó en un miedo incalculable que iba desapareciendo conforme su pequeña iba creciendo dentro suyo y terminó de esfumarse al ver en sus brazos a su pequeña Rosemary Madeleine, aquella mañana del 30 de diciembre de 2015.
¿Qué sentiste cuando te enteraste que estabas embarazada? Miedo...
¿Por qué?. Porque era un nuevo comienzo, no sabía nada de ser madre. Tenía temor por la reacción de mis papás. Sin embargo, empecé a pensar que era algo que tenías que aprender sí o sí, porque no había vuelta atrás.
¿Cómo venciste ese temor? Cuando nació Ross todos los miedos se me fueron. Tenerla ahí tan pequeña, linda, tierna, te da una fuerza que dices: todo lo puedo por ella.
¿Cómo iniciaste la aventura de madre? Una no nace sabiendo ser madre y siempre se cometerán errores, así vas aprendiendo. Yo me considero una persona perfeccionista en todo y quería cuidarla lo mejor posible. Recuerdo que al tener que bañarla siempre existía ese temor de que se podía caer o chancar o cuando le daba de comer tenía que buscar antes en internet, porque no sabía qué le tenía que dar. Con los consejos de mi mamá me ayudaba y entre las dos iniciamos la aventura de cuidarla y convertirla en la niña que es ahora.
¿Cómo es Ross? Es traviesa, muy inteligente, bien despierta. Lo que me gusta de ella es que siempre aprende rápido, no es una niña que se queda, más bien es sociable. Le encanta bailar, cantar, le encanta expresarse. Yo diría que es lo contrario de mí, que soy algo tímida, ella es lo máximo, quiero lo mejor para ella y siempre voy a explotar todas esas aptitudes que tiene para que se convierta en una mejor persona, mejor que yo. Quiero que se coma el mundo, por así decirlo. Rosemary tiene cinco años .
¿Qué es lo más difícil que te tocó afrontar? Tener paciencia sobre todo. Como toda niña es hiperactiva, traviesa, a veces no entiende lo que le dices porque es su naturaleza y entonces es cuando ponen a prueba tu paciencia. Tienes que enseñarles con amor para que puedan aprender poco a poco cada etapa de su vida y se conviertan en buenas personas para el futuro.
¿Con qué palabra calificarías a Ross? Divertida. Porque a pesar de todo siempre me hace reír, ella es mi alegría.
De alguna manera te tocó afrontar sin una pareja el cuidado de Ross ¿Hizo falta esa persona? Es difícil porque siempre quise una familia integrada para Ross (mamá, papá). Pero, no se dio y eso no quiere decir que por ello soy menos feliz o que ella es menos feliz, todo lo contrario, estoy muy agradecida que haya sido así porque mi hija tiene a sus abuelos, a su tío, familia que la quiere un montón y es suficiente. Es la familia que tiene Ross y ella es muy feliz.
¿Alguna anécdota con Ross que recuerdes más? Hay varias. Pero, creo que sus actuaciones son mi orgullo. En su anterior jardín, Ross siempre supo sobresalir, nunca se puso a llorar, nunca se puso tímida. Ella bailó, cantó y se ha lucido. En las clases también sobresale, todas sus profesoras me felicitan porque es una niña muy despierta.
¿Cómo transcurre tu vida entre los estudios de Ross y los tuyos? Es cansado, hay veces que no duermo bien. Pero, lo vale, porque todo el esfuerzo que estoy haciendo es para ella y así brindarle el mejor futuro posible. No me importa si me tengo que levantar tres, cinco de la mañana, si es para que ella esté bien y aprenda y se supere siempre habrá tiempo.
¿Qué estás estudiando? Comunicación y arte digital. Me gusta mi carrera, me gusta lo que aprendo y es más agradezco las clases virtuales porque me enseñan docentes de Lima y veo mucho mejor la educación, aprendo más.
¿Ganaste una beca para estudiar? Sí, yo había dejado mis estudios por temas económicos. Pero, nunca me rendí. Gané una beca de Pronabec y gracias a ello puedo terminar mis estudios.
¿Por qué dejaste de estudiar? El presupuesto no alcanzaba, era Ross o yo. Ser madre soltera, a pesar que tengo el apoyo de mis padres, siempre faltaba. Entonces, gracias a esta beca se me aligera la carga que podría estar teniendo de pagar mensualidades. No me preocupo que deba pagar algo que no sea de Ross, ella es prioridad.
¿Hay algún mensaje que le darías a las madres solteras o jóvenes como tú? Que no se rindan, siempre habrá temor a enfrentarse a las cosas y a nuevos tiempos. Pero, no hay que tener miedo, más bien hay que salir adelante y con esfuerzo todo se logra. Tarde o temprano todo se va a lograr.
