El Día del Colaboro


El Día del Colaboro

Marcelo Rodríguez Rivera
cmarcelorr@gmail.com

Acabamos de recordar el día del colaborador, eufemismo con el que se denomina hoy al trabajador y con el que se pretende transmitir la idea de que el obrero o empleado es otro cuando está fidelizado y comulga con el interés de la compañía.

La aspiración y el uso de la palabreja data de algunos años y son el escozor de los sindicatos rojetes del país que ven el terminajo un intento de menoscabar el poder que tienen para paralizar a la empresa, a la gran industria, cuando se les antoja.

Pero además está la famosa licencia sindical, esa que tiene al presidenciable miedorrista Pedro Castillo sin visitar un aula ni trabajar desde hace muchos años, pillería en la que empata en gran forma y estilo a la hija del japonés.

Cabe preguntarse si tiene algún sentido ya no celebrar, sino al menos conmemorar la jornada de los mártires de Chicago en estos tiempos de muerte y carencia de oxígeno; en esta temporada de suspensiones perfectas e impecables y de quiebras.

El chinavirus nos plantea una realidad que ya no nos devolverá a las condiciones de 2019. Los empleadores han descubierto que el teletrabajo les permite ahorrarse el pago de movilidad, refrigerio, ropa, vales de consumo y demás bonificaciones.

Pero además no gastan en limpieza, electricidad, agua, vigilancia y sobre todo no tienen que verles la cara a esos ineficientes que creen tenerlas todas consigo y se escudan en la estabilidad laboral para vegetar en sus escritorios.

Es muy probable que los sobrevivientes colaboren vía remota desde sus casas con lo que se podrá verificar al cien por ciento el nivel e importancia de la “colaboración”, dejándose de lado la hojarasca o el “ya casi lo tengo listo jefe”.

Vendrán tiempos en los que no se perderán horas celebrando el día del colaboro, de la secretaria, del empleado público, del empleado municipal, del trabajador de salud y un gran etcétera que reúne a lo más selecto del vagueo regional estatal.

Será un placer, casi una reivindicación el hacer trámites en las municipalidades, sin tener en frente a los vagos necios que fingen laborar rumiando, a los constipados de la Sunat y a los cínicos de Sedapar o Seal.

Pero no nos libraremos de EsSalud, de las auxiliares, de las enfermeras, pero sobre todo de los reyes de la creación: Los médicos que, tras el chinavirus  lucirán seguramente más divos que nunca.