Calzados de Arequipa al mundo


Jharold Gómez:  "Si no me gusta lo que hago, no estaría ofertando mis productos que están hechos a base de buena calidad" 



Yorch Huamaní E.

Redaccion@diario-viral.com

Hacer un zapato, venderlo y mantenerse en el mercado es el reto de toda una vida. Así lo entiende la familia Gómez Zuñiga que emprendió su negocio “Danely” desde 1987. Sus primeros frutos de arduo trabajo que es la exportación se perjudicó por la emergencia sanitaria. A continuación, Jharol Gómez Zúñiga nos detalla cómo afectó la pandemia al negocio y uno de sus primeros objetivos de hacerse conocer a nivel nacional.

¿Cuándo iniciaron su empresa? La empresa es familiar, pero mi papá trabaja desde 1987, especialmente fabricando calzados para dama en Arequipa. Este negocio para que salga adelante te tiene que gustar y a nosotros nos gusta. 

¿Por qué escogieron el nombre Danely? Lo pusimos por un familiar, incluso la marca está patentada a nivel de Arequipa. 

¿Es fácil hacer un zapato? Sí, pero para ello hay que  tener un taller que consta de un aparador, armador, devastador, rematador y la persona que se encarga de alistar los zapatos y la distribución.  Generalmente nuestros productos son distribuidos a las galerías ACMA que está ubicada en la calle Pizarro. 

¿Cómo los afectó económicamente la pandemia? A nosotros no mucho porque teníamos ahorros, pero a los trabajadores sí les afectó bastante, pero los apoyamos con canastas. No habrá sido mucho, pero los ayudamos, las ocho personas quedaron sin trabajo y por ahora está a cargo solo la familia. 

¿La producción se redujo? Sí, porque no hemos producido seis meses, el taller estaba cerrado, las máquinas estaban llenándose de polvo y la producción era escasa porque la gente se preocupaba más en comer que comprar un zapato. En agosto volvimos a retomar, pero no había muchos pedidos, nos golpeó mucho la cuarentena. 

¿Qué consecuencias les trajo la pandemia? Las ventas se redujeron hasta en 70%, incluso en las campañas escolares, Día de la Madre, etc. La producción también bajó al 80% porque no hay dinero para contratar a las personas. 

¿Qué satisfacciones le trajo la empresa? Contratar personal y ayudarlos, pero una de las cosas que más nos alegró fue exportar nuestros productos hacia Chile, eso ocurrió en el 2019 y en el 2020 también íbamos a hacer envíos, pero la cuarentena malogró nuestros planes. 

¿Fue difícil exportar? Sí, porque hay que conocer un poco más el tema de exportación, a qué ciudades, cuánto paga la tasa, eso al inicio lo desconocíamos, pero averiguamos en la Cámara de Comercio de Arequipa y nos contactamos con un agente de Aduanas para que nos asesore. 

¿A lo largo de los años, qué etapa considera que fue la más difícil? Al inicio porque no había capital de trabajo, tampoco maquinarias, los trabajos se hacían más a mano y ahora ya hay máquinas. A esto hay que añadirle la competencia desleal de los zapatos chinos que se venden en los grandes centros comerciales a bajo precio. 

¿Cómo reconocemos un buen zapato? El calzado sintético es muy frágil y se raja rápido. Para ver ello se utiliza un encendedor y  prender al zapato, por ejemplo el sintético se va a consumir y el de cuero no. Otra forma es introducir la uña y si no deja mucha marca es bueno. 

¿Cuántas campañas tienen programadas para el 2021? Normalmente son cuatro campañas, Día de la Madre, fiestas de Arequipa,  temporada escolar y Navidad, esas cuatro campañas es donde hay más venta y esperamos vender más de 10 mil soles, pero con la incertidumbre de la política y la covid-19 hay poca venta. 

DETALLE

El retorno a clases presenciales es una gran oportunidad para que los pequeños empresarios dedicados al rubro de calzado reactiven su economía.