Las dos cepas de la segunda vuelta electoral

Las dos cepas de la segunda vuelta electoral

Mildred Arriaga Velarde

mildredarriagavelarde@gmail.com

“Ahora que la democracia se muere a través de gobiernos electos es muy importante poder identificar a los autoritarios potenciales antes de que sean elegidos” advirtió Steven Levitsky a la BBC, días antes que los peruanos votemos en primera vuelta e hiciéramos lo que justamente advertía el profesor de ciencias políticas.

Tras este azote electoral, el tiempo para recuperarnos, sin tregua y sin pausa nos acerca al próximo 6 de junio, día que debemos elegir a quien nos gobernará los próximos cinco años, las primeras encuestas dan por ganador al profesor.

El miedo y la incertidumbre por la gobernabilidad del país y su futuro democrático (imperfecto) es más fuerte por la ola de contagios del COVID-19, que registró su índice más alto de muertes por día (433).

Siendo prioritario controlar la pandemia, vemos que Pedro Castillo no tiene propuesta al respecto, anunció vacunación universal, masiva y facultativa. Keiko Fujimori, plantea aplicar medidas de detección usando masivamente pruebas moleculares, rastreo de contactos de los infectados detectados tempranamente, aislamiento domiciliario con ayuda alimentaria y medicamentos, si es necesario, finalmente promete una administración adecuada y paulatina de vacunas que demuestren carencia de efectos adversos y con una eficacia mínima del 70 por ciento. 

La otra urgencia es la reactivación económica, al respecto Castillo también sin propuesta, plantea una economía popular de mercados (nacionalista o estatista) siguiendo los modelos de Bolivia y Ecuador, el profesor hizo su plan antes de la pandemia y no lo ha actualizado.

Fujimori mantendrá el actual modelo económico, y precisa que buscará un mecanismo de empleo rápido, para los desempleados y trabajadores informales. Propone pequeñas obras de infraestructura en las zonas más deprimidas, periféricas de las zonas urbanas y área rural. Dice que hará obras comunales y vecinales en las que participará la población, con contratos formales y condiciones dignas.

Estas son las dos cepas de la segunda vuelta electoral, ambas peligrosas para la sobrevivencia de nuestra democracia, la sociedad civil debe seguir revisando ambas propuestas, apuesto por organizarnos y exigir un acuerdo que garantice el respeto a nuestras libertades políticas, derechos humanos, respeto a la autonomía de los poderes del Estado, que a pesar de sus yerros e imperfecciones es la única garantía de continuar con la lucha contra la corrupción y defensa de la democracia. Ni una Derecha vengativa ni una Izquierda de Maduro.