Familiares inmunizados de la PNP bajo la lupa

Tres personas cercanas a efectivos se beneficiaron indebidamente con dosis que estaban dirigidas a efectivos en actividad, además otros 153 en retiro y menores de 60 años favorecidos







Isabel Álvarez
redaccion@diario-viral.com

Lo que se denunció hace unas semanas terminó por confirmarlo la Contraloría ayer por la mañana. La entidad que fiscaliza el uso de recursos públicos emitió un informe en el que señalan que 3 familiares de policías fueron inoculados contra el Covid-19. Además, la institución del orden vacunó a 153 oficiales en situación de retiro menores de 60 años. De acuerdo a la investigación que abrió la fiscalía de Corrupción de Funcionarios, estas personas habrían pagado por lo bajo para ser vacunadas.

CARA DURA. El repudio que causó en la población conocer que el expresidente Martín Vizcarra y dos exministras, incluida la de Salud, Pilar Mazzetti, se vacunaron contra el Covid-19 a espaldas del país, no fue aliciente para que otras personas, familiares de policías, hicieran lo mismo en Arequipa. 

Se trata de Francisco Cárdenas Rodríguez, padre del efectivo policial Edison Giovanni Cárdenas Villalobos; Carmen Julia Ramos de Torreblanca, esposa del efectivo Rodolfo Torreblanca Benavente; y César Antonio Rodríguez Rubatto, de quien aún no se ha identificado la familiaridad. Además el Ministerio Público habría identificado a otras personas que se habrían beneficiado ilegalmente con las vacunas que estaban dirigidas a oficiales en actividad o en su defecto a efectivos en retiro mayores de 60 años por considerarse su situación de vulnerabilidad. 

VACUNACIÓN. El proceso de vacunación en la institución policial estaba dirigido en un principio a efectivos en actividad. Para ello llegaron 7020 dosis que fueron repartidas en 3 puntos de vacunación. El primero en la sede de la Macro Región Policial, ubicada en la avenida Ejército; el segundo en la Institución Educativa 7 de Agosto, ubicada en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero; y el último, en el colegio Neptalí Valderrama Ampuero, en el distrito de Paucarpata.

Mientras que el proceso de vacunación de la primera dosis se llevó a cabo entre el 17 y 19 de marzo. Y los saldos de dosis se inocularon el 20 de marzo. Este día fue cuando los familiares de los efectivos aprovecharon para vacunarse.

EN RETIRO. Además, del análisis de los padrones entregados por la Policía a la Contraloría se detectó que 153 de las personas beneficiadas son efectivos en retiro menores de 60 años. 

Al respecto, la Contraloría recuerda que el Plan Nacional de Vacunación Contra el Covid-19, dispone que se debe priorizar a la población en riesgo. Es decir, personal que presta servicios en instancias del sector Salud, adultos mayores de 60 años o más, personal en actividad de las Fuerzas Armadas, Policía, Bomberos, Cruz Roja, personal de seguridad, serenazgo, brigadas, personal de limpieza y estudiantes de Salud.

INCONSISTENCIA. Otro problema que encontró la Contraloría es que en el colegio Neptalí Valderrama se aplicó una vacuna más de la que estaba previsto. De acuerdo al reporte de vacunación a esta institución llegaron 594 dosis, pero se aplicó una más, es decir, 595. 

La entidad contralora señala que se pudieron dar dos escenarios: el primero es que se aplicó una dosis más de las recibidas o que se registró a un beneficiario que no habría recibido dicha vacuna. Lo que pone en riesgo el objetivo del proceso de vacunación al haberse registrado personas que en realidad no fueron vacunadas.

MÁS PROBLEMAS. Otras deficiencias que señala la Contraloría son sobre el registro de los beneficiarios en el HIS Minsa, el aplicativo web donde todas las instituciones médicas del país registran a los beneficiarios del proceso de vacunación.  La información registrada es parcial.

También se encontró problemas en la recolección y transporte de los residuos sólidos producidos por la jornada de vacunación. Puesto que esto genera un riesgo sanitario en el personal y la población en general. 

SIN VERSIÓN. Este medio intentó comunicarse con el general Víctor Zanabria Angulo, jefe policial en Arequipa. Respondió uno de sus subordinados, quien manifestó que haría llegar la consulta. Sin embargo, hasta el cierre no recibimos ninguna comunicación.