No aflojes
Es difícil tirar para adelante cuando no miras la salida. Cuando las estadísticas de muerte y contagio rompen la segunda ola. Cuando las vacunas gotean a ritmo de súplica, y cuando el motor del gobierno se mueve con aceleración de máquina pesada.
Difícil tirar para arriba como reclamaba Miguel Mateos y Zas al final del siglo anterior:
“Si no ves la salida, no aflojes mi amor.
No aflojes vos, tirá.
Tirá, tirá para arriba, tirá.
No hay horas perdidas,
no importa…”
Es desesperante no mirar la luz al final del túnel… y cada día en la mesa después del desayuno tener que vacunar a tus hijos contra la angustia y la ansiedad; inocularles otros temas de interés que no sean virales; insuflarlos de esperanza y de ganas de construir un escenario de futuro; y no tener la certeza de otras veces, de otras horas y otros días.
La incertidumbre, es un estado mental difícil de gobernar. Allí cobra significado pleno el sentido del riesgo. El riesgo de equivocarte y de perder. Solo la información pertinente, confiable y oportuna es el antídoto, y nos entrega la posibilidad de administrar y combatir el peligro.
Ese es uno de los problemas fundamentales de esta circunstancia adversa. Enfrentamos a un enemigo al que conocemos muy poco. La información que tenemos de él es muerte, contagio, UCI, oxímetro, y recientemente, vacunas extraviadas entre el cuentagotas y la sospecha mercantil.
Siempre sucede que cuando la calidad de información es tan escasa nos tenemos que resignar como seres humanos a sacar toda la potencia de nuestra fe y a concentrar todos los impulsos de tirar para adelante.
Raldo, mi hijo de 9 años, a veces flaquea, el enclaustramiento lo agota, se siente ahogado y tuerce la boca como nunca.
Ahora me toca hacer de psicólogo, de amigo, de compañero de clase, de cómplice y de cascarrabias.
Más fácil era sacarlo a la playa, al fútbol, al cine… o meterlo en el Nintendo, el play station, y la tele.
Si algo le tengo que agradecer al coronavirus es que aprendí a ser papá a tiempo completo..
Ahora, él escucha más a Queen y a Fredy Mercuri tanto como a Osuna y Nicky Jam. Ayer hicimos duo para gritar con Mateos: ¡ No aflojes, mi amor… tirá para arriba, tirá