Incendio de grandes proporciones se gestó al costado de una casa de reposo del adulto mayor "El Buen Pastor" en el Cercado de la Ciudad. Las llamaron alcanzaron cinco metros de altura.
Yorch Huamaní E.
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Cercado. A las 09:00 horas del último miércoles, desde diferentes puntos del Centro Histórico de la ciudad podía observarse una humareda, era producto de un incendio que se registraba en el techo de una vivienda ubicada en la primera cuadra de la calle Sánchez Trujillo de la urbanización La Perla; a menos de 50 metros del Coliseo de Arequipa.
En en lugar, los propietarios habilitaron tres cuartos prefabricados de madera, donde guardaban electrodomésticos antiguos, incluso sería utilizado como un taller de reciclaje, reveló la subgerente de Gestión de Riesgos de Desastres de la Municipalidad Provincial de Arequipa, Celia Linares.
El siniestro se habría originado por un corto circuito cerca al material inflamable guardado, pasaban los minutos y los vecinos no se percataban, hasta que el olor del humo atravesó las paredes, el fuego se expandía y arrasaba con todo lo que había almacenado. De a pocos avisaba que si no actuaban rápido o llamaban a los bomberos, hubiese ocurrido una tragedia donde no se perdía solo lo material, sino lo más preciado, la vida de un ser querido.
Las llamas convirtieron en carbón las maderas con las que habían sido construidas las casitas en el techo, el fuego crecía y avanzaba lentamente hacia los costados, amenazando con devorar la casa de reposo “El Buen Pastor” donde habitan 28 adultos mayores, que está ubicado a un costado. Los cables se desprendían del poste, pues el calor los derretía.
El olor a quemado y tres pequeñas detonaciones fue lo que alarmó a los vecinos que tomaban desayuno, mientras que otros se alistaban para ir a trabajar. Pues al salir de sus casas escaparon a un parque. “Corre, que va a explotar, alejémonos”, gritaba una señora desesperada.
“En la casa ‘El Buen Pastor’ hay abuelitos, ayúdenlos que se pueden intoxicar con el humo, toquen la puerta por favor”, relataba asombrado un vecino.
Los serenos de la comuna de Arequipa fueron los primeros en llegar al lugar, al escuchar los gritos desesperados de los vecinos, tocaron la puerta donde estaban los abuelitos, no les importó presentarse y subieron al segundo piso como si se tratase de una maratón, mientras que en el primer piso armaron varias sillas de ruedas, los serenos los cargaron y los sentaron para sacarlos del lugar.
“La mirada refleja lo profundo del alma”, dice un dicho popular. Los ojos de los abuelitos se tornaron inocentes como los de un bebé buscando a su mamá, pero ellos ahora esperaban a sus familiares que los dejaron en una casa de reposo que brinda servicios más de 10 años en Arequipa.
Los serenos los evacuaron hasta el parque Los Condes. “El parque estaba cerrado, no había personal de la comuna, tuvimos que utilizar una cizalla para romper los candados y ponerlos a buen recaudo”, dijo el bombero Ludgardo Fuentes.
En ese instante, al menos cinco personas salieron rápidamente de la vivienda que se incendiaba, se colocaron a buen recaudo y observaban sorprendidos lo que ocurría.
LOS DE ROJO. Las compañías de bomberos 77, 19 y 140 junto a 20 hombres de rojo arribaron al lugar, quienes hábilmente estiraron las mangueras, probaron la presión del agua, mientras que el calor del fuego se sentía hasta 10 metros de la fachada. En tanto, los vecinos miraban atónitos lo que se quemaba, pero estaban tranquilos, pues los héroes llegaron para sofocar el siniestro.
Tras varios minutos los bomberos lograron reducir las llamas, luego otros dos agentes ingresaron a la casa, movieron las calaminas y la madera caliente que amenazaba con reavivarse, los bomberos le echaron agua y controlaron el siniestro. Otros ciudadanos vestidos de civiles llegaban a la zona, cruzaban la cinta amarilla de peligro. “Soy bombero y vengo a ayudar”, explicaba un varón mientras que un policía le respondía “adelante”. A su salida fueron aplaudidos por los vecinos, quienes les dieron las gracias por el apoyo desinteresado.
El control del incendio fue posible por el apoyo de la cisterna del municipio de Arequipa, con el que riegan los parques y jardines del Cercado. Pues el conductor al enterarse del siniestro acudió de manera inmediata para ayudar a los hombres de rojo.
Obreros, choferes, bomberos, policías y personal de seguridad ciudadana ayudaron a controlar el siniestro y auxiliar a los ancianitos, que al ver a sus familiares cambiaron su semblanza.
ANTIGUEDADES. Serapio Pinto es un adulto mayor y es uno de los seis dueños de la casa que se incendió, desconoce lo que pudo ocasionar el desastre. “No estaba en mi casa, estaba en otro lado, me llamaron por celular y me dicen que hay un incendio, entonces voy y mi taller se quemaba”, cuenta con la cabeza agachada.
Don Serapio comenta que en su techo habilitó un cuarto y un taller donde coleccionaba electrodomésticos antiguos como radios, tocadiscos, asimismo se dedicaba -en sus ratos libres- a repararlos, pues esta era su única manera de conseguir dinero y sobrevivir a una crisis económica producida por la pandemia del nuevo coronavirus.
“Mis tocadiscos, discos de vinil, radios antiguas, todos quedaron en cenizas. Tenía que entregar un tocadiscos a la casa de antigüedades”, relata don Serapio lamentándose tras haber perdido sus reliquias.
El siniestro arrasó con el taller de un adulto mayor, valorizado en más de 50 mil soles, pues los objetos calcinados tendrían valor por su antigüedad.
Respecto a la casa de reposo “El Buen Pastor”, el cuarto del tercer piso también fue afectado, informó la administradora del negocio Elizabeth de la Vita.
