Poeta de la luz

 La poeta se inspiró en la represión contra la mujer en una sociedad machista y conservadora








La poeta  arequipeña, Luz Vilca Mamani, es amante de la cultura y la poesía, pues sus versos relacionados a la libertad de la mujer que fueron difundidos durante la década de la dictadura del expresidente Alberto Fujimori provocaron una ola de críticas, y no es para menos en una sociedad machista y conservadora, pese a ello, ella tomó valor para seguir escribiendo. 

¿Cómo ingresa al mundo de la poesía? En casa mi papá nos promovía a escribir y participaba en concursos desde el colegio. En 1998 gané el primer concurso de poesía del Instituto Nacional de Cultura con la obra “Retrato de una mujer malvada” que consistía en la libertad y anhelos reprimidos de la mujer como por ejemplo que no podía beber y si bebía era mal vista, un libro así en esa época causó mucho revuelo y crítica, pero no importó porque tuve el apoyo de mis amigos Luzgardo Medina, Oswaldo Chanove, Alonso Ruiz Rosas, ellos me fortalecieron. 

¿Qué otros libros publicó? “Retrato de una mujer malvada y otros hilos de lascivia” poesía en 1998; “El trapo y otros cuentos” en 2002; “La infraestructura cultural de la Municipalidad Provincial de Arequipa” año 2010; “Recetas de comida arequipeña”, 2009. “Mi abuelita me contó”, 2009; “Vítor, viñas y bodegas”, 2012 y “Carnaval loncco de Cayma” 2013. 

Ante las críticas, ¿pensó algún momento que estaba haciendo algo mal? No, porque era una época rebelde y era como una respuesta a lo que hacía Fujimori que dejaba a miles de padres de familia sin trabajo y escribir era una forma de liberarme ante la falta de trabajo y oportunidades, a tal punto que los jóvenes andábamos desesperados, no sabíamos qué hacer, no había cómo salir adelante y escribir me ayudó a sobrellevar ello. 

La falta de oportunidades durante la dictadura te permitió trabajar en diferentes regiones del país, ¿cómo fue ese salto? Todo empezó cuando trabajé como electricista en la minera Tintaya en 1990, ahí tuve contacto con los agricultores y en 1992 me contratan para el proyecto de la Asociación de Exportación (Adex) por 10 años, tuve que aceptar el trabajo porque era para conocer el país y yo quería ello.

¿En qué consistía ese proyecto? Trabajé en Andahuaylas y Huánuco en un proyecto de exportación de papa nativa, que permitió ampliar las áreas agrícolas de más 300 variedades de papa, llamada en la sierra central “Huachuy”, y donde, veía por primera vez, grandes extensiones de flores de colores de la papa nativa. Se logró un Primer Festival de Papa Nativa, hoy está en su vigésima versión, donde toda una región se une para mantener vivas sus  tradiciones más antiguas (ropa, idioma, etc.)  y el cultivo de la papa en sus más ricas y variadas formas. Luego, laboré en un proyecto del Banco Mundial sobre cuidado de microcuencas en toda la región Huánuco y Junín.  

También está involucrada en actividades culturales de Arequipa. Sí, cuando me desempeñé como subgerenta de Cultura de la Municipalidad Provincial de Arequipa, realicé los tradicionales festivales de Festidanza y Encuentro de Tunas,  además de los Festivales de Orquestas Sinfónicas, donde se consiguió la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional de Ecuador, de Chile, de Bolivia, del Perú, de Junín, de Cusco y de Arequipa, logrando hermosas presentaciones en la Catedral de Arequipa. Luego, en los años 2011 al 2015, se logró la realización del Festifolclor, un festival que reunía a los mejores cantores de alma latina, como la presencia de los Carabajal de Santiago del Estero de Argentina, Kamanchaka de Chañaral de Chile, Kalakaya de Bolivia, Alma América de Arequipa, así como como grandes músicos, como el “Brujo de la guitarra” Manuelcha Prado, Kiko Revatta, Killary, Cesár Condorchoa de Cotahuasi, Jarana Cotahuasina, Orquestra Sanfônica Balaio Nordeste de Brasil siempre con la participación de los músicos de Arequipa como María Antonieta Dávalos y Jorge Miranda Ponce y la Escuela del Yaraví.

Ahora se desempeña en el área de imagen de la comuna de Cerro Colorado, ¿cómo inició en ello? Como poeta, mi sensibilidad social, me permite desempeñarme como escritora en las oficinas de Relaciones Públicas y laboré en la Municipalidad de Mariano Melgar, Jacobo Hunter y  Cerro Colorado.   

¿Te ayuda ello en la poesía? Sí, porque el diálogo con la población enriquece la objetividad del escritor y sobre todo, permite, plasmar en líneas su búsqueda de igualdad social, permitir el acercamiento de las autoridades con la mejor predisposición de soluciones ante el crecimiento de los pueblos de Arequipa.

¿Cuáles son sus aspiraciones? Creo que nadie ama lo que no conoce, y siento que mi obligación como escritora es fomentar la lectura y escribir de las tradiciones que existen y que se recuerden antes de perderlas con el paso del tiempo.

¿Qué satisfacciones le dio la vida? Conocer el Perú, desde los pueblos más lejanos como  Colquemarca, Huaycabamba, Huacrachuco, Tingo María, Huaraz, Huancayo, Pichanaky, entre otros nombres que sería largo enumerar, me hizo valorar más nuestra cultura, escribir sobre ella, y sobre todo, respetar la sabiduría de los años, porque en esos pueblos el “doctor” es el hombre con más años, quien con su varayoc sencillo, determina una justicia social y equitativa. Aprendí a escuchar con atención y emoción las tradiciones orales, y valorar el quechua como nuestro idioma madre.