Camila Aguilar es el vivo ejemplo que es posible estudiar y practicar algún deporte y sobrellevarlos de manera exitosa
Camila es una niña arequipeña de 8 años, a su corta edad es una pequeña multifacética que disfruta mucho de cantar, bailar y actuar. Camila sabe que el deporte es pieza fundamental en su vida, es por ello de la pasión de jugar vóley y practicarlo en su tiempo libre. El amor por el deporte surge a raíz de coleccionar pelotas de todos los colores y tamaños, sin importar el deporte. Esto no es todo, pues su rendimiento académico en su colegio es destacable y gracias a ello tuvo la oportunidad de visitar nuevas regiones y representar a su colegio.
¿A qué edad Camila mostró interés por jugar vóley? Camilita mostró ese gusto por el vóley desde muy pequeña, a los cinco años ya lo practicaba. Con mi esposo pensamos en meterla en escuelas de verano y ver cómo le iban, no pensamos que le fuera a fascinar tanto, hoy en día practica tres veces por semana y veo que lo disfruta mucho.
El estudio y el deporte deben ir de la mano. Si, ambos deben complementarse, actualmente ella cursa el tercer grado de primaria y sabe de la importancia de tener buenas notas y lo plasma en su libreta. Yo como madre tuve una conversación con ella, le dije que podía jugar vóley y hacer lo que guste, siempre y cuando sus notas sean muy buenas y parece que lo entendió a la perfección.
¿Qué sienten como padres al ver de todo lo que viene logrando? Nosotros, como padres, nos sentimos orgullosos, vemos que es una niña responsable, apenas termina su tarea la envía, no le gusta faltar a ninguna de sus clases, tanto de vóley como en el colegio, sentimos que venimos haciendo un buen trabajo. Como padres, queremos lo mejor para ella, estaremos para apoyarla en todo lo que podamos, daríamos la vida por nuestra hija, para que se sienta feliz y se logre como profesional.
Cuéntemos un poco sobre ella. Camila es una niña muy activa y sonriente, casi siempre está feliz y de buen humor, pero por sobre todo, tiene un corazon enorme. Por ejemplo en diciembre del año pasado atravesamos un momento crítico económicamente, mi esposo no iba a trabajar y ella se dio cuenta de lo que pasaba y me dijo que quería emprender y vender adornos navideños y así poder apoyar a la familia y generar un ingreso extra, fue un gesto que me marcó como madre y creo que nunca olvidaré.
¿Cómo sobrellevó la pandemia? Fue un poco complicado, ella es una niña y no entendía mucho, el hecho de estar casi todo el día frente de una pantalla era agotador y hasta cierto punto agobiante para ella. Es ahí donde reforzó su vínculo con el deporte, practicaba en el jardín o de vez en cuando la sacábamos al parque y practicábamos con ella, siempre cumpliendo las medidas sanitarias para evitar contagiarnos. Otro hábito que reforzamos fue la lectura, su papá le compraba obras pequeñas y libros que a ella le gustaban para que pueda leerlos y así mejorar todas sus capacidades lectoras. Tratábamos que esté ocupada y entretenida para que no pueda pensar en lo que estaba pasando afuera.
¿Cuál es el mayor sueño de Camila? Su sueño es poder ir al extranjero, poder desenvolverse en el deporte y en sus estudios, aspira a ello y sé que lo logrará. Un día desea ser bailarina y al otro médico para poder curar a sus abuelitos o incluso a nosotros mismos, es normal en una niña de ocho años, aún no tiene muy claro el panorama, pero sea lo que quiera hacer, sabe que tiene a sus padres detrás, quienes están para apoyarla y hacer realidad sus sueños.
¿Es hincha de alguna voleibolista? Por el momento no, ella es fan en general de la selección peruana de vóley, siempre que juega ella está ahí frente a la TV. Mi esposo y yo la acompañamos mientras ve el partido y vemos cómo lo disfruta.