Una idea, un lápiz y un papel

Don Artagnan logró conjugar sus dos carreras. Trabajó en la mina y escribió todas sus obras, gracias a los lugares lejanos donde laboraba llenos de personajes y paisajes






¿Cómo inició  su pasión por la literatura? Fue desde el colegio cuando empecé a tener gusto y amor por la literatura.

¿Qué es lo más complicado para usted a la hora de crear un libro?  Lo más complicado es tener el ambiente propicio, felizmente para mí  fue fácil escribir mis obras, porque tuve el lugar adecuado donde estuve solo por 7 años, eso fue favorable para mí, ya que permitió que logre escribir todas mis obras.

¿Cómo realiza usted esté proceso tanto creativo y práctico al momento de escribir un libro? Los procesos han sido muy paulatinos y a la vez teniendo bases de la sensibilidad, los lugares, la inspiración, todo aquello que genera ideas, es algo loable, lindo, precioso. Suelo inspirarme de lo más sencillo, quién creyera, que con esa sencillez logré reunir tantos datos de varias personas que me han inspirado en las historias de algunas de mis obras.

Usted en su carrera de escritor, ¿Cómo se autodenominaría?

Yo me autodenominaría un autodidacta nato, porque serlo, hace que se nos califique con mayor presencia en el ámbito de la literatura.

¿A qué literatos admira? A José Vasconcelos Calderón, Paulo Coelho de Souza, José María Arguedas Bustamante, Clorinda Matto de Turner, Ciro Alegría.

¿Cuántas obras lleva en su haber?  Tengo 30 creaciones. Me inicié con la obra titulada  “Yo, ayer y hoy”, “El Castillo del Diablo”, “Mi Galáctico Favorito”, “Las causas de la pobreza en el Perú”, “La Paupérrima Educación que tenemos en el país”, “El Control de la Natalidad”, “La Corrupción que se ha Enquistado como el Sida y el Cáncer”. Además, de pequeños ensayos, altisonantes, etc. 

Dentro de sus creaciones, ¿cuál es la que más lo enorgullece? Mi libro “Mi meta no tiene límites”, esta es la historia de un conserje que logró vencer todas las vicisitudes, a base de constancia y esfuerzo consiguió tener una flota de buses y aviones y una empresa inmensa, pese a ser un joven humilde. En esta obra encontrarán tips de cómo surgir en la vida, sin tener miedo al éxito.

¿Cuántos libros publicó hasta la fecha? Publiqué ocho libros hasta el momento, por esto de la pandemia, como le vuelvo a recalcar, me dejó relegado, recién he retomado las conversaciones con la editorial Barreto, la cual está muy interesada por mis obras, pero debo viajar a la ciudad de Lima o de lo contrario, lo haré de manera virtual, para poder vender mis derechos de autor y verlos editados, para posteriormente ser llevados a la biblioteca nacional, valorando mis obras y lleguen a tener transcendencia en el tiempo.

¿Cuéntenos cómo así creó la novela de Ciro Castillo Rojo? Cuando trabajaba de taxista por la falta de empleo, en una de las carreras  me crucé con Eloy Cacya, yo no lo conocía físicamente, pero había escuchado de él. Entablando conversación me dice su nombre y yo emocionado le respondo: “¡Qué agrado conocerte!” y le comento que soy escritor, fue ahí donde me dijo: “¿Puedo buscarte?” Y le dije: “Por supuesto, estoy para servirlo”, le mencioné. Es ahí que lo invito a mi casa, compartimos un pequeño momento de retroalimentación, de pronto me comenta que tenía un rescate y me dice para ir y fuimos. 

Al subir el nevado Bomboya, nos encontramos con el hallazgo del cuerpo de Ciro Castillo, que estaba a 800 metros abajo. Fue ahí donde me percaté que si él hubiese caído en las fluidas piedras que se encontraban en ese lugar, se hubiese destrozado. Tras sacarlo, sin ninguna camilla, lo trasladamos a la ciudad de Arequipa, junto al señor Ciro (padre), que de manera inmediata me reconoció, por el hecho de haber sido amigo de mi padre. Fue así que él me autorizó hacer el libro.