Viviendo para servir

Liss tiene claro que los tiempos de Dios son perfectos y que en esta vida nada es casualidad. Aquí cada quien viene con una misión y está convencida que ayudar es la suya






Lissette Pinto desde pequeña tuvo fijación por ayudar a los demás, aunque estas acciones la comprometieron más de lo debido. Aprendió con los años que no toda la gente es agradecida, pero se siente tranquila a pesar de las desilusiones porque su lema es “quien no vive para servir no sirve para vivir”.

Liss agradece diariamente a Dios y la vida, por darle la oportunidad de trabajar con un grupo de profesionales muy humanos, esta combinación logró que en el área covid del hospital Goyeneche tenga un ambiente de cordialidad, respeto y ayuda al paciente para que retornen los pacientes restablecidos a su hogar.

¿Por qué quiso ser enfermera? En un inicio quise estudiar Medicina, pero por falta de dinero no lo pude hacer, me quedó claro de mi tiempo universitario que la educación va de la mano con el factor económico. Con los años financié mis estudios en Enfermería trabajando para estudiar. La carrera involucra vocación de servicio, es lo mío, hoy lo tengo más claro que nunca.

¿Sus padres la apoyaron en esa decisión? Mis papás siempre me apoyaron en todo y más aún con el cuidado de mi niña, ya que ella llegó a mi vida en segundo año de universidad. Estoy eternamente agradecida por la tenacidad de mi madre. Mi niña era muy pequeña cuando culminaba mis prácticas y de mi horario de trabajo, lo cual hacía que no estuviese todo el tiempo con ella, pero mis padres sí lo hicieron y lo siguen haciendo (mi papá desde el cielo), a pesar de las satisfacciones de mi profesión me restó el tiempo que debí darlo a mi niña. Es algo que aún no supero. 

¿Cuántos años lleva trabajando de enfermera? Desde el  año 2011.

¿Le gusta su trabajo? Me alegra tanto ver cuando un esposo, padres o hijos impacientes esperan la salida de un familiar restablecido. Caray, cómo no emocionarse cuando toman tu mano y te dan ese gracias o Dios la bendiga. Eso lo llena todo, entonces te quedas convencido que valió la pena ingresar a laborar a esta área. Soy madre, hija y hermana, comprendo bien esta sensación de alegría, espero en los próximos días experimentar estos sentimientos cuando mi hermana regrese a casa después de vencer a la covid.

¿Solo laboró como enfermera?  Desde adolescente (19) trabajé, aún frecuento a quienes me dieron la oportunidad de trabajar y me enseñaron pacientemente, laboré en una imprenta, de moza, controladora en un terminal de buses, trabajé en una institución del Estado ejerciendo labores de seguridad, docente de la Universidad Alas Peruanas, docente del Instituto Hipólito Unanue, actualmente laboro en el hospital Goyeneche, a cargo de la jefatura del área covid.

¿Qué es lo más doloroso que le tocó pasar en su vida? Hace muy pocos días falleció mi padre. Qué impotencia me queda no haber podido hacer más por él, qué irónico resulta cuando tú das todo por ayudar a recuperar la salud a las personas afectadas con covid, es un reto cuidar todos los detalles, hasta la parte emocional, por mi padre no pude hacer más. Sin embargo, otros profesionales de la salud no agotan todos los recursos por sus pacientes. 

¿Qué pasó con su padre? Mi padre fue atendido en el hospital donde laboró y dado de alta horas antes que fallezca en casa. Soy una persona que dice las cosas directas y muchas veces tuve problemas por ello. El personal de salud hoy debe poner de moda el término EMPATÍA, solo así cambiará el trato indiferente hacia el paciente. Agradezco a quien lo cuidó y trató como el ser humano que fue, hoy que ya no está conmigo, seguiré dando lo mejor, eso hubiese querido él, pero hay muchas acciones que deben cambiar.

¿Es fácil trabajar en un área de mucho riesgo?  No, sumado al riesgo de contraer el virus a pesar de manejar las medidas de bioseguridad, tenemos la responsabilidad de luchar de la mano de nuestros pacientes para lograr vencer la enfermedad, abarcamos el factor psicológico y moral, realizamos actividades que los motiven, muchas veces somos consejeros y confidentes, con muchos seguimos aún comunicándonos. Nadie que no haya pisado esta área,  puede dar una opinión de lo que aquí se vive, sería irresponsable. El tiempo de hospitalización de un paciente afectado va de 20 a 55 días, ¿cómo no involucrarte en su diaria lucha? No somos solo profesionales atendiendo pacientes covid, somos seres humanos que luchan por vencerla y lo hemos logrado la mayoría de veces.

¿En qué consiste su trabajo? La tarea diaria es vencer a la covid,  asisto a los pacientes, cuidando cada detalle que los ayude a mejorar, con este gran grupo humano de médicos, licenciadas, técnicas, personal de seguridad, mantenimiento y limpieza, cuando todos van en el mismo sentido los resultados son evidentes. Toda acción positiva es válida y nos valemos de recursos como cantos y bailes para darles el mensaje directo. Estamos contigo.

¿Una anécdota que la marcó?  Tuvimos una paciente con pocas probabilidades de vencer el virus, sus pulmones estaban muy afectados, que en su momento me pidió que ya no hiciera nada, no quería oxígeno ni recibir medicación, me hizo saber que el proceso le causaba dolor y miedo, habló de sus hijas, de un nieto de 4 meses y entonces vi la puerta para disuadirla, logré convencerla para que colaborara y nosotros estaríamos con ella en todo. Le dije que si nos dejaba ayudarla se iría bailando del CAAT y  así fue. Salió bailando, nos emocionó, todo valió la pena.

¿Se involucra mucho con los pacientes? Detrás de un médico, licenciada o técnica, hay un ser humano. Nosotros priorizamos la empatía y eso nos hace muy cercanos a los pacientes.

¿Quiere acotar algo más? Agradecer a Diario Viral por esta entrevista, dedico mi trabajo y los logros conseguidos a mi señor padre Lucas Agapito Pinto Jordán que descansa en paz, a mi hija Massiel y a mi familia. Espero que la empatía se difunda en mi centro laboral, hagamos el cambio. Nunca es tarde para empezar.