Tincachis de ganado y pagos a la tierra

 Pueblos de Caylloma realizan ofrendas por mejores cosechas

Escribe:

Jenny Peña

Caylloma. En la cosmovisión andina por costumbre, hay una demostración de humildad en la adoración a la madre tierra o pachamama, que se expresa mediante los tincachis de ganado o pagos a la tierra, que son ofrendas sagradas, para lograr la fertilidad de los rebaños, aumento de agua, mejores cosechas y otros pedidos.

Los diferentes centros poblados y distritos de la provincia de Caylloma durante agosto realizan estos pagos a la tierra o pagachis.

En los tincachis se suele utilizar sangre de llama u otra ofrenda (hojas de coca y alcohol) y luego se coloca en el corral para lograr la fertilidad de los rebaños.

Estas prácticas se realizan principalmente en las poblaciones altas, especializados en el manejo del ganado desde tiempos prehispánicos, que se dedican a la crianza exclusiva de ganado, que consiste en pastar ganado en las mesetas de puna, por encima de los 3700 msnm, donde crían preferentemente camélidos sudamericanos: llamas (Lama glama) y alpacas (Lama glama pacos), de los que se benefician en carne, lana y cueros.

Para pedir el aumento de agua se hacen adoraciones a los apus como el Hualca Hualca, Aguacchune, Ccacha, Jollpayoc, y el Sonani.

La Chayada, también forma parte de estos rituales, donde se ofrendan comestibles, bebidas alcohólicas y cigarrillos a la madre tierra en un hoyo para que esta permita la utilización de sus recursos.

La grasa es fundamental para sahumar. Ninguna ofrenda es completa sin la wira “grasa” de la zona pericárdica de las llamas. Representa la relación recíproca de la gente con la fuerza vital de los animales de los que depende. Tiene un alto valor simbólico, ya que “wira” significa grasa y “cocha”, laguna o mar y la conjunción de ambas formas la divinidad andina Wiracocha.

HERMOSA. “Dicen que Pachamama es una mujer muy hermosa, de cabellos muy largos, de ojos muy bellos, de vientre desnudo y redondo, de mil matrices grandes y pequeñas. Tiene por hermano y hermanas a las lagunas, manantiales, cerros grandes y pequeños; pampas, laderas, quebradas y sitios hasta insignificantes. Pachamama cuando quiere se vuelve tan pequeñita, que puede caber en la cáscara de huevo de urpi; también, si es que quiere puede volverse grande, del porte de cualquiera de sus hermanos cerros, poniéndose a su misma altura.

“Es muy buena, pare constantemente, da frutos, es trabajadora sin fin; y muchas veces puede enojarse dando crueles castigos a todos sus hijos que son los humanos”, Ulloa y Mogollón: Leyenda oída y escogida de la narración de mitos de don Julián Chávez Orihuela.