Maestro del cuero

Don Henry Soto es dueño y fundador de la empresa ‘Calzados Jireh’. Actualmente busca salir adelante junto con sus compañeros en las diversas ferias de calzados en Arequipa






La Feria Expo Calzado Arequipeño, desarrollada en la plaza España, permitió a decenas de microempresarios de calzados volver a reactivar su economía. Muchos de los vendedores fueron afectados por la pandemia, la mayoría son artesanos que se dedican al rubro de los cueros. Tal es el caso de don Henry Soto Gutiérrez, quien nació en 1959 en un ambiente familiar lleno de cueros. Don Henry aún recuerda con nostalgia los trabajos hechos a mano que su padre hacía y luego, él continúa con ese emprendimiento.

¿Qué motivó a su padre a dedicarse al rubro de los cueros? No recuerdo cómo inició mi padre, pero muchas cosas han cambiado de cuando era un niño hasta ahora. Desde que tengo conciencia mi padre tenía, en ese tiempo un taller de calzado. Los amigos lo llamaban “corredor”. Antes las cosas tenían otro nombre, por ejemplo, el armador en aquellos años era el de soldador. Igualmente, los zapatos no tenían pegamentos todo era a base de almidón. Con un cacho arrancado del toro se llenaba de este elemento y se le usaba para fabricar los calzados. Todo era elaborado a mano. 

¿Cómo es el proceso de creación de un calzado en la actualidad? Todo es diferente, ahora es más sofisticado. Yo sigo armando  los calzados de manera manual, pero hay máquinas con tecnología que nos facilitan el trabajo. Existen máquinas de armado de puntas y otras de armado de talón. En un día una fábrica grande puede botar al día 40 o 50 docenas de pares de calzado, gracias a esas máquinas. 

¿Cómo nació la empresa de Calzados Jireh? Yo creé mi empresa hace más de 25 años, pero por creencias religiosas el nombre cambió. Desde que me volví cristiano el nombre de la empresa paso de ser ‘Calzados J&R’ a ser ‘Calzados Jireh’.

¿En qué se diferencia un calzado hecho por un artesano al confeccionado por una empresa grande? Es totalmente diferente, hay bastante diferencia. Porque el calzado que viene de importación es sintético y daña los pies y nosotros lo hacemos de cuero. Lamentablemente la gente no conoce el cuero. En los centros comerciales de cierto modo se engaña al público, se les dice que el zapato es 100 % de cuero, pero no es así, son sintéticos que no duran y se despegan. El único cuero que existe es el de res. Sin embargo, los ofrecen a precios exorbitantes y no son de calidad. Por ejemplo, este calzado (agarra un zapato negro de su mostrador y lo muestra) de cuero de res lo puedo vender hasta S/ 70, pero en un mall un zapato sintético cuesta más de S/ 100 y ellos lo compran a menos de la mitad de precio.

A raíz de la pandemia ¿tuvo pérdidas? La pandemia nos golpeó muy duro. Actualmente nos sigue golpeando porque nuestro rubro todavía no se ha habilitado y estamos exponiendo nuestro trabajo en ferias a lo largo y ancho de nuestra ciudad. Gracias a estos eventos nosotros también podemos contratar más personal y así dar trabajo.

Con esta expo feria ¿tienen recepción del público?  Felizmente sí, estas expo ferias nos están dando algo de respiro, esto hasta que las autoridades decidan abrir por completo nuestro rubro. La gente viene y pregunta, algunos cotizan y compran en buenas cantidades y esto nos ayuda a sostener la economía en nuestros hogares.

¿Cómo era su situación antes de la pandemia? Yo vivo en el distrito de Mirafores. Allí tengo mi pequeño local. Yo trabajo a pedido, ahora no estamos para trabajar hasta llenar stock, tal vez las fábricas grandes puedan, pero nosotros trabajamos a pedido y entrega. 

¿Cómo lo pueden ubicar? Me pueden llamar o escribir al WhatsApp, mi número es 958205689, me ayudarían mucho si se animan a comprar aunque sea un par de zapatos. También no se olviden visitar nuestra expo feria de calzado que se encuentra ahora en la plaza España y luego tal vez vayamos a la plaza 15 de Agosto.

DETALLE

Henry Soto determinó cambiar el nombre de su empresa cuando decide convertirse en cristiano. Su fe y devoción han hecho que salga adelante a pesar de las adversidades.