Arequipeño de corazón

Impulsor del Encuentro Internacional de Tunas, Benjamín Estrada, continúa promoviendo cultura





Cercado. No nació en Arequipa, casi toda su vida estuvo aquí, no solo estudió, sino que dedicó parte de sus años a promover la cultura y el arte en la ciudad. Fue gestor del Encuentro Internacional de Tunas y desde hace unos años se encarga de realizar Festidanza cada 15 de agosto. Benjamín Estrada nos cuenta un poco más de su trayectoria en la Ciudad Blanca. Aún recuerda la primera vez que tocaron en la Universidad Católica de Santa María, entraron por el parque universitario con bombos y platillos y caminaron por los pasillos de la casa superior de estudios.

¿Cómo ingresa a las tunas? En 1975, ingresé a la universidad, Economía, para entonces ya estaba entusiasmado con la música. Ese año hubo una convocatoria para integrar la tuna universitaria, me dio curiosidad y me inscribí, pasamos todas las evaluaciones, pero nunca nos dieron la respuesta hasta que en agosto salió un nuevo comunicado, los que quieran participar. Me volví a inscribir y para fines de agosto ensayamos con nuestros propios instrumentos, nos preparamos para el aniversario de la universidad, el 8 de diciembre, era en ese entonces. La dirección hizo los uniformes, los sacaron de un modelo mexicano, pero elegimos el color de Arequipa, vino tinto.

¿Desde qué edad es músico? Inicié tocando la guitarra, aprendí en la secundaria, era parte de mi vida, nací con ella. La guitarra la tocaba en el barrio con amigos, aunque aquellos años hacía más deporte que música.

¿Viene de familia? Tengo primos músicos, mi familia directa también practica, pero solo como afición.

¿Qué otros instrumentos aprendió a tocar? La mandolina y la bandurria andina. 

¿El arte le ganó a la economía? Ejercí muy poco la carrera. Cuando salimos de la universidad, cada quien hizo su vida. En el 79 la tuna sufre un desfase, casi al finalizar el año, empezaron a formar una nueva generación a nuestras espaldas. Al darnos cuenta, nos retiramos y formamos la tuna mayor de la Universidad Católica de Santa María, con nuestros propios uniformes, como nos conocían, nos apoyaban. Duró hasta el 88 aunque entré el 83 y 84 ya iba declinando, porque cada quien se dedicaba a su trabajo, yo también, pero al arte.

¿Enseñó música? Entre el 78 o 79, me entusiasmo para trabajar con niños, enseñaba el catesismo y música, formamos también el coro en una parroquia. Un promotor de discos, escuchó al coro y en 1980 o 1981, vamos a grabar un disco. También me propusieron crear la tuna estudiantina del colegio Micaela Bastidas. Dejé un tiempo la carrera, pero pude graduarme en 1984.

¿Trabajó en varios colegios? En la década del 80 estuve en el colegio Guadalupe, San Pedro Pascual. Y el disco fue del coro Santo Toribio de Mogrovejo, nació en paralelo a los Toribianitos de Lima, nos llevaban 2 años.

¿Qué pasó con la tuna? En 1987, la tuna mayor no funcionaba mucho, nos reuníamos de vez en cuando. En un viaje a Bolivia conocí a la tuna de La Paz, daban cuenta de su hazaña en Iquique. Entonces cuando regresé a Arequipa, fui a la municipalidad y les propuse hacer un encuentro internacional de tunas. 

¿Lo aceptaron? Se entusiasmaron y me dieron la posta para coordinarlo. Refloté la tuna mayor, nos reunimos y formamos la tuna mayor de Arequipa. En 1988 se desarrolla el primer encuentro internacional, el 11, 12 y 13 agosto.

¿Hasta cuándo siguió con la tuna? En el 2000 dejé la tuna por el trabajo. Me dediqué a la promoción y gestión de la música. Soy asesor de otro coro de niños y formamos con mi esposa el coro Los Ponchitos, con quienes grabamos varios discos. Mi hija también es músico, junto con mi esposa se dedican al coro de niños. En 1994 alguien me toca la puerta y me dice que tengo que volver a organizar las tunas, desde entonces sigo con el encuentro.

¿Por qué es importante este evento? El evento es mi hijo, lo hice nacer, ha quedado grabado en mi corazón y del público arequipeño, es un ícono. Las autoridades de la municipalidad nos han apoyado desde el 88, al Encuentro de Tunas y Festidanza. Este año se hizo una exposición de afiches en sala de la Plaza de Armas, donde se muestran imágenes del Fesidanza realizado desde 1971 hasta el 2021.

DETALLE

En 1999 no quisieron hacer el Encuentro de Tunas ni Festidanza, pero en el 2000 a tanta exigencia del pueblo, el municipio provincial tuvo que volver a organizarlos.