Lejos, bastante lejos aún

Abraham Sugimoto Oliden

abrahamsugimoto@gmail.com

La vacunación contra el virus del Covid-19 avanza significativamente en el mundo y en América Latina, y aunque el Perú aparece rezagado en las estadísticas de inmunización, este proceso ha cobrado un ritmo creciente en los dos últimos meses. La provisión sostenida de vacunas es sin duda un logro que todos esperamos se traduzca en una inmunización generalizada con alta cobertura al cierre del año.

En el mundo ya se han aplicado 4 mil millones 452 mil 142 de vacunas (al 29 de julio), entre las que figuran las 12 millones 629 mil 297 dosis aplicadas en el Perú desde el 8 de febrero -un día después que llegaron al territorio nacional- hasta el 28 de julio de 2021. En total tenemos 4 millones 827 mil 230 compatriotas con la dosis completa (https://bit.ly/3xezDd8).

De acuerdo al reporte del Banco Interamericano de Desarrollo, 195 millones 968 mil 310 personas se contagiaron del virus, de los cuales 40 millones 1258 mil 192 corresponden a ciudadanos de América Latina y el Caribe (ALC), lo que representa el 20.49% de todos los casos a nivel mundial.

Hasta ayer jueves 29 de julio,12:13 horas, han muerto por Covid 4 millones 187 mil 379 personas; 1 millón 362 mil 716 eran ciudadanos de esta parte del mundo, entre los cuales se encuentran 196 mil 138 peruanos (al 28 de julio).

La cifra muestra la enorme desigualdad en las medidas preventivas, en el acceso oportuno a los servicios de salud, y a la vacuna. Por cada 100 mil habitantes en ALC mueren 216 y en el resto del mundo 55 (BID, reporte situacional Covid-19: https://bit.ly/2Vkt6QS).

Aquí otra diferencia relevante que dibuja el panorama en el que aún se encuentra el Perú: ocupamos el primer lugar en número de muertes por cada 100 mil habitantes (603 fallecidos); muy por encima de Brasil (262), de Colombia (238) y de Argentina (233). La data cuestiona lo que hemos hecho hasta el momento.

El desigual acceso a los servicios de salud y a las vacunas entre las naciones y dentro de los grupos poblaciones en cada país, a lo que hay que añadir la aparición de las variantes del virus, elevan la incertidumbre sobre la recuperación social y económica de ALC, considerando el impacto en los indicadores de pobreza, que en el Perú trepó de 20.2% en el 2019 a 30.1% al cierre del año 2020, lo que supone un retroceso de diez años.

Estamos bastante lejos del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las metas de la Agenda 2030.