Francisco Antonio de Zela

Francisco Antonio de Zela Arizaga dio el primer grito libertario en Tacna en 1811. Un grupo de patriotas se unieron a su movimiento impulsado por las gestas libertadoras que se dieron en Argentina





El movimiento libertario de Francisco Antonio de Zela Arizaga esperaba que el ejército patriota ingrese a Tacna y fortalezca sus filas libertadoras, que días antes habían asaltado el cuartel de caballería del Regimiento Dragones del Rey y luego el cuartel de infantería que estaban situados a dos cuadras de distancia. A la voz de “cargar y adelante”, Francisco de Zela, la noche del 20 de junio de 1811 dio el primer grito libertario y estableció por escasos tres días un gobierno libre, autogobierno adherido a los principios de la Junta de Buenos Aires, país en el que empezó la rebelión libertaria.

El historiador Hélard Pastor Fuentes relata que fueron solo tres días de gobierno libertario, pues el ejército patriota fue derrotado por el realista, que estaba encabezado por el brigadier José Manuel de Goyeneche en la Batalla de Huaqui, que se libró cerca al lago Titicaca.

“Esto ocasionó que Zela se anticipe a su detención, en vez de poner resistencia, Zela decide ser detenido y se entrega a los realistas para evitar algún tipo de represalia en contra de aquellos que se unieron a su movimiento. Ese fue un gesto de caballerosidad, de arrojo por el pueblo”, explicó el historiador.

Sin embargo, la gesta emancipadora no se detuvo allí. Muchos ciudadanos tacneños empezaron a formar la empresa emancipadora que buscaba la libertad del yugo español. Es así que en dos años después (1813) varios grupos de tacneños se unen al movimiento de Enrique Pallardeli, pero tampoco tienen éxito libertario.

La entrega de Francisco de Zela no se respetó por los realistas. Los principales dirigentes de la rebelión fueron sometidos a juicio, incluido Zela, quien fue llevado a Lima en donde la pena capital era su destino. Sin embargo, gracias a la influencia de su familia y a la mediación de importantes personajes se le conmutó la pena de muerte y se le cambió por la del encierro perpetuo en el morro de La Habana, sanción que tampoco cumplió, pues se pudo conseguir una pena de diez años de presidio en la cárcel de Chagres de Panamá, luego de los cuales la expatriación perpetua sería su sentencia final. 

Pastor Fuentes señala que la gesta de Francisco de Zela no se puede considerar como libertaria, porque la independencia fue un proceso, “los historiadores pusieron un primer momento de reivindicación como un tema emancipador a 1780 con Túpac Amaru a la cabeza, entendiendo que la independencia es un proceso”, dijo. 

Y agrega que la independencia del Perú tuvo dos momentos: la interna y la externa. La externa culmina con San Martín y Bolívar a la cabeza a partir de 1819  o 1820 en que se produce el desembarco en la costa. “Entonces, en ese sentido, el movimiento de Zela es uno de los que pasa por el tránsito de todos aquellos insurgencias y conspiraciones que se han dado”, dijo el historiador.

Según Pastor Fuentes, la gesta de Zela tiene ciertas características fundamentales, primera que se produce desde el sur; segunda, que es un movimiento con alianza y diálogo con otros países (Argentina), lo que permitió una suerte de conexión con los logros de otras naciones. 

“Eso les dio cierta expectativa y permitió que muchos tacneños se sientan contentos, representados y casi victorioso. Pero lamentablemente, el ejército realista se los impidió”, dijo.

Francisco de Zela llegó al final de sus días afectado por el clima tropical y las duras condiciones de su encierro en Charges (Panamá). Falleció a la edad de 50 años entre barrotes en 1819.