Familias Arequipeñas sufren por no contar con el servicio de luz

Más de ochenta escolares aprovechan la luz solar para hacer sus tareas. En sus casas hay paneles solares que duran una hora.  

Yorch Huamaní E.
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Arequipa. Aprovechan bien la luz del día. La joven madre de familia, Yakelina Quispe Chancolla (28) o “Jacky”, llegó a la Ciudad Blanca junto a su esposo y sus cuatro menores hijos para darles una mejor calidad de vida. Ella es procedente de El Pedregal.  

Tras su arribo y con un poco de dinero ahorrado, Jacky y su esposo compraron un terreno en la asociación de vivienda Jazmines zona A, ubicada en las faldas del volcán Chachani en Cayma. En su precaria vivienda no hay servicios básicos, todos los martes reciben 15 baldes de agua para la semana que solo le alcanza para cocinar y con suerte lavar ropa. 

Para algunos arequipeños, el calor es sofocante y asfixiante, pero para la joven madre de familia es una verdadera bendición, pues con esa intensidad carga un panel solar que está en el techo de calaminas de su precaria vivienda. Esto le sirve para que sus hijos, que cursan la primaria, puedan hacer sus tareas virtuales. 

Doña Jacky contó que el año pasado sus hijos no estudiaron por falta de celulares y también por falta de fluido eléctrico. “El panel solar carga todo el día, pero por el uso solo dura una hora y media que sirve para cargar los celulares. Ni la tele podemos prender porque a los 15 minutos se apaga. Además con el frío la batería se baja rápido”, dice acongojada. 

Otro caso similar vive la señora Mary Luz Carlos Taco (33), ella llegó a la Ciudad Blanca procedente de Espinar hace 11 años junto a su expareja y sus dos menores hijos. En su casa el mayor está en 4to año de secundaria y el menor en tercero de primaria. Ambos tienen que turnarse el uso del celular para hacer sus clases. “En la mañana el menor hace clases y en la tarde mi hijito mayor, que a veces se queda hasta las 7 de la noche”, cuenta. 

Mary Luz manifiesta que su expareja lo abandonó y no recibe pensión, pese a ello sigue haciendo estudiar a sus hijos. Quiso denunciarlo, pero los engorrosos trámites no le permiten. 

Tanto Jacky y Mary Luz tienen que aprovechar la luz del día para que sus hijos terminen las tareas y envíen a los docentes. 

Según contó la representante de la olla común Los Jazmines, Grecia Gutiérrez, son más de 80 niños que viven en similares condiciones, incluso hay menores que no tienen paneles solares y deben pagar un sol para cargar los celulares. A esto se suma la falta de alimentación, accesos a servicios básicos y la inseguridad ciudadana. 

Los vecinos piden con urgencia a Seal la instalación de luz colectiva. Esperan varios meses.