Diseñando el sueño de muchos

Giancarlo Cheneaux lidera un grupo de jóvenes arquitectos en Inception, empresa que hace ocho años diseña lo que cada cliente considera la inversión de su vida






Ingenuo, apasionado, perfeccionista, comprometido, así se considera Giancarlo Cheneaux Márquez, un joven profesional de 34 años que prefirió dejar un buen sueldo minero para dedicarse a lo que realmente lo llena, la arquitectura, decisión de la que nunca se arrepentirá.  

¿Quién es Giancarlo Cheneaux? Soy un joven, porque aún me considero joven (risas), que hace todo lo posible por cumplir sus metas en el ámbito personal y profesional. Soy una persona que tiene la mentalidad de siempre, ayudar a los demás y de alguna forma puedo ayudar a las personas con mi trabajo, ya que justamente a lo que me dedico es a cumplir el sueño de los demás.

¿Eres práctico en tu vida? No, si yo fuera práctico, creo que no estaría diseñando, soy perfeccionista.

¿Ser perfeccionista es tu característica esencial para lo que haces? No es la esencial, porque el perfeccionismo debe de ir de la mano con el compromiso. Hay muchas personas que son detallistas y son buenas en lo que hacen. Pero, son dejadas e incumplidas y en este trabajo lo más importante es hacer sentir bien al cliente.

Me decías que ayudas a cumplir los sueños de otros, ¿has cumplido tus propios sueños? No, como se dice en casa de herrero cuchillo de palo.

¿Qué te falta? Es que mucho de mi tiempo lo invierto en diseño de otros, incluso cuando me estoy trasladando de mi casa a la oficina o estoy yendo a hacer algún trámite estoy pensando en el proyecto del cliente. Es también un error porque muy poco tiempo me he dado.

¿Por qué arquitectura? Desde el colegio cuando el profesor nos dejó en tercero de secundaria hacer una maqueta. Esa vez me sentí involucrado en hacer y leer un plano. Yo vivía en un departamento pequeño y no quería hacer de eso mi maqueta, entonces decidí hacer la casa de mi abuelita que era más grande, busqué planos y fue la primera vez que abrí unos planos impresos en papel canson y sentí que yo también quería hacer esas cosas.     

¿Entonces saliste del colegio de frente a arquitectura? No, cuando salí del colegio no estaba muy orientado a donde ir, en mi familia todos son ingenieros industriales y me decían que estudie eso para en un futuro trabajar en mina. Entonces yo estudié primero para mina.

¿Trabajaste en minería? Mi papá me alentó a postular. Postulé, entré a Tecsup, gané la beca y empecé a trabajar en Cerro Verde. 

¿Y la arquitectura? En lo que trabajaba en minería me di cuenta que quería estudiar arquitectura e ingresé a la universidad. 

¿Por qué no seguir con la minería? Yo tenía 18 años cuando empecé a trabajar en Cerro Verde, ganaba buen sueldo más las utilidades cualquiera diría esto es lo mío. Pero, me di cuenta que no es importante hacer lo que te dará más dinero, sino lo que más te gusta.

¿Qué se necesita para ser arquitecto? No tienes que ser buen dibujante para ser arquitecto, cómo muchos piensan, eso no es cierto. Para ser arquitecto se necesita ser creativo.

¿La creatividad es lo más importante para la carrera? Sí, de nada te sirve ser chancón sino tiene eso.

¿Cómo empezaste con Inception? Siempre tuve la mentalidad de ser mi propio jefe. Cuando salí de la universidad yo no trabajé en ningún estudio de arquitectura, de frente formé la empresa con unos socios en el 2013.

¿Qué es Inception? Queríamos un nombre que signifique diseño, conceptualizando las ideas e Inception como que significaba conceptualizar algo nuevo. 

¿Qué fue lo más difícil? Posicionarte, de nada sirve poner tu logo bonito y esperar a que llegue clientes. El posicionamiento es lo más complicado. 

¿De qué depende ese posicionamiento? Del trabajo que se haga.

¿El mayor logro? No hay mayor logro, cada proyecto es un logro porque cada cliente es distinto. Tenemos que escucharlo para hacer un diseño que le parezca.