Cerro Verde: Historia de un pueblo autosostenible

A base de esfuerzo, los primeros pobladores de Cerro Verde forjaron los cimientos de un pueblo laborioso, devoto y con mucha tradición

El 10 de setiembre de 1950, Arequipa sería fiel testigo de la fundación del pueblo de Cerro Verde. Desde distintas zonas como: Tiabaya, Alata, Sachaca, entre otros, un grupo de arequipeños llegaron a este desconocido y agreste terreno entre los kilómetros 12 y 13 de la antigua Panamericana Sur, cargando sus pertenencias y un sinfín de ilusiones a futuro. Ellos se asentaron para hacer historia. Así lo recuerda don Lino Agüero, uno de los fundadores del emergente pueblo. “Cuando llegué, solo encontré terrenos sin viviendas, pero ya con dueños, la mayoría eran de Tiabaya. Recuerdo que eran algo de 15 a 20 familias las que vivían permanentemente”.

Al igual que muchos compatriotas, estos primeros pobladores enfrentaron la necesidad de vivir sin los servicios básicos de agua, energía eléctrica y desagüe. Los terrenos, en su mayoría, eran sembríos de alfalfa, por lo que, para poder habitarlos tuvieron que trabajar arduamente retirando las raíces que se negaban a dejar el terreno. 

El primer presidente fue Juan Ortiz Farfán, llegando a consolidar la primera directiva; años más tarde, lo secundaría Renato Cáceres, de quien los pobladores más antiguos guardan buenos recuerdos por su acertada gestión.

Conforme los años transcurrían, las familias aumentaban, poco a poco, Cerro Verde iba tomando forma. Los primeros negocios locales fueron los comercios  ambulatorios de bebidas y alimentos al paso para los viajeros que realizaban paradas en la carretera, lamentablemente esto no duró mucho, pues al cambiar la ruta de los buses interprovinciales, el negoció decreció considerablemente. Aunque el panorama se tornaba cada vez más cuesta arriba, las familias cerroverdinas se negaban a claudicar. 

EDUCACIÓN. Algo que dificultaba la educación era el no contar con un centro educativo para los hijos de los pobladores. Lino Agüero cuenta con nostalgia algunos recuerdos de sus hijos y el largo tramo que tenían que caminar para llegar al colegio.

“Ya se había construido dos aulas, pero aún no estaban en funcionamiento, por lo que mis hijos tenían que cruzar el puente e ir hasta el colegio de Tunales, a veces uno se iba a trabajar y los hijos nos engañaban, no iban a estudiar estos bandidos [risas], por eso la necesidad de hacer los trámites y conseguir los profesores para que nuestros hijos puedan estudiar en el mismo Cerro Verde”, recordó. 

TRABAJO DURO. Los fundadores aún recuerdan cada domingo de trabajo comunitario, las denominadas faenas congregaban a padres y madres de familia, quienes pala en mano, desarrollaban extenuantes labores de limpieza, saneamiento, entre otros. 

Llegado el mediodía, el reconfortante almuerzo de la olla común estaba listo para nutrir a los incansables trabajadores. De esta manera, se consiguió importantes obras, con la mano propia de los pobladores, así lo expresa su actual presidente Felipe Rodríguez Ríos.

“Cuando yo llegué, las familias trabajaban cada semana en las obras, la más emblemática debe ser la red de agua. Recordemos que Japacev (Junta Administradora del Agua del P.J. Cerro Verde y Anexos), fue un proyecto de nuestros vecinos; se capta el agua desde la antigua parada en Tingo, desde un «ojo», y llega hasta el pueblo donde es tratada con los químicos necesarios para volverla apta para el consumo humano. Esto permite que el precio mensual de pago sea mínimo, contribuyendo con la economía de las familias”, añadió. 

Este proyecto despertó el interés y reconocimiento de la ciudad, por brindar de manera autónoma el servicio de agua potable a más de 6 mil vecinos de Cerro Verde y pueblos aledaños. Desde 1997, año en que Japacev entró en funcionamiento, los lugareños tienen la seguridad de consumir agua de calidad a un muy bajo costo, además de contribuir con la generación de empleo a muchos vecinos. 

Hace unos años, se pretendió que esta entidad pase a manos de Sedapar, lo que generó gran malestar entre los pobladores quienes se opusieron a esta medida y evitaron que se lleve a cabo.

DEVOCIÓN. La patrona del pueblo es la Virgencita de Chapi, a quien los pobladores rezan con gran devoción. Cada segundo domingo de mayo, en el Día de la Madre, se conmemora el día central de la Virgen, con distintas actividades festivas que quedaron pospuestas debido a la pandemia y la crisis sanitaria que enfrenta el país. Los encargados de organizar este evento son los miembros de la «Hermandad del pueblo de Cerro Verde», los mismos que se ven obligados a realizar las actividades de manera virtual. 

Los residentes comentan que extrañan ver los majestuosos castillos y fuegos artificiales que acompañan a la banda de músicos apostados en la plaza del pueblo, las tradicionales bebidas nocturnas como «diana» o «té piteado» estaban listas para el consumo de alegres vecinos al término de la misa realizada por el párroco de la iglesia. 

Los inquietos niños, rebosantes de alegría en compañía de sus familias, disfrutan de las atracciones mecánicas que llegan a la zona. Al día siguiente, durante la tarde, la Virgen de Chapi sale en procesión a bendecir los pueblos que están bajo su protección, un gran número de pobladores acompañaban fielmente la imagen de la santa patrona, mientras la banda de músicos acompaña la comparsa con notas religiosas coreadas por los asistentes.  

De esta manera, Cerro Verde es parte de la vida de cientos de residentes, siempre con la solidaridad y el buen trato a los visitantes; existen muchas historias de compatriotas de distintas zonas de nuestro país, quienes llegaron al pueblo por motivos laborales y terminaron estableciendo sus familias en suelo cerroverdino. Así es Cerro Verde, un acogedor pueblo, lleno de historia y proyección a futuro, con gente trabajadora y talentosa; aguerridos vecinos dispuestos a defender sus familias y su territorio. Este 10 de setiembre, Cerro Verde cumplirá un año más de fundación, con la convicción de superar las adversidades de esta crisis.

DETALLE. Las unidades que prestan servicio de tranporte pasan por el Cercado de la ciudad, demorando un aproximado de 35 minutos.

51 Años de fundación tiene  la emblemática I. E. José Domingo Zuzunaga Obando de Cerro Verde