Pese a que Luis terminó su carrera hace muchos años, siempre actualiza sus conocimientos y se capacita de manera permanente
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Luis, aparte de ser un profesional de la salud, cumple a cabalidad con sus deberes como hijo, está encargado de velar por el bienestar de sus papás, lo cual es un gran alivio para el resto de sus hermanos que por motivos profesionales se encuentran fuera de la ciudad, dos en Brasil, uno en Lima y otro en Moquegua. Uno de sus motivos por el cual vive en Arequipa es para estar pendiente del cuidado de sus padres: Nilda Delgado (78) y Alfredo Valdivia (90), quienes gracias a Dios continúan con vida, pese a su avanzada edad.
¿Por qué quisiste ser odontólogo? De primera intención quise ser médico cirujano, pero como en la Universidad Católica no había en esa época la carrera, postulé a teología para asegurarme el ingreso, ya que era muy difícil entrar a odontología, posteriormente hice mi traslado interno a odontología (carrera relacionada a salud).
¿Tus padres te apoyaron en tu decisión? Sí, siempre me apoyaron y motivaron para seguir mis metas.
¿Fue fácil encontrar un puesto de trabajo? No fue fácil. En un inicio hice mi Serum (Servicio Rural Urbano Marginal) en el Ejército (1992), permaneciendo en la institución por un periodo de 5 años, posteriormente a mi pedido pasé al retiro, no me identificaba como militar. Luego fui a trabajar al Ministerio de Salud donde llegué al departamento de Apurímac (Antabamba), seguidamente se presentó la oportunidad de trabajar en el Seguro Social en forma itinerante por todas las provincias de Apurímac. Finalmente, ingresé a una plaza de Essalud al hospital 1 Víctor Alfredo Lazo Peralta de la ciudad de Puerto Maldonado, en dicho hospital laboré por el periodo de 12 años. A la vez se me presentó la oportunidad de hacer una permuta a la ciudad de Arequipa al servicio de medicina complementaria en el Área de Odontología Neurofocal, el cual ejercí por el período de 5 años. Llegando actualmente a laborar en el hospital Nacional de referencia, en el Servicio de Odontoestomatología.
¿Qué es lo que más te gusta de tu oficio? La cirugía, ya que es lo que más se asemeja a la medicina, inclinación por la cual tenía en un inicio.
¿Y lo que menos te agrada? La ortodoncia (brackets) es un área que no me llama mucho la atención.
¿Te costó mucho llegar a ser médico odontólogo? Sí, me costó mucho. Noches enteras estudiando, quedándome hasta la madrugada, dejando de lado mi pasión por el fútbol. El instrumental de odontología es demasiado caro, el cual en ese tiempo nos daban a crédito en las tiendas dentales y he tenido que abstenerme de la vida social.
¿Qué tiene que ver la medicina complementaria con la odontología? El ser odontólogo implica conocer la relación que existe entre la cavidad oral y el resto del organismo mediante las zonas de interferencia que afectan a nivel sistémico y están relacionadas con ciertas enfermedades de origen general, esto implica que mediante la odontología neurofocal nosotros eliminamos los focos de interferencia para que los diferentes órganos continúen funcionando normalmente, esto relacionado con la acupuntura china, ya que nosotros, con esta nueva ciencia, inyectamos en la boca el neural terapéutico, el cual va a cargar a las células de energía para su correcto funcionamiento de los diferentes órganos. Para ello no es aconsejable tener en boca variedad de metales ni lesiones, ni focos sépticos, el cual contribuye al bloqueo energético de dichas células, originándose la enfermedad a nivel sistémico.
¿Qué valores necesitas para ser odontólogo? El principal es el servicio a los demás, aliviar el dolor de las personas, no lucrar con la carrera.
¿Te has arrepentido alguna vez de haber elegido esa carrera? No, claro que no, realizo bastante cirugías, que es lo que me apasiona.
¿Cuál es la importancia de un médico en la sociedad? Disipar la enfermedad, en mi caso evitar las enfermedades de la cavidad oral, ya sean lecciones cariosas, enfermedades periodontales, quistes, tumores, etc.
¿Una anécdota de tu profesión? Una paciente que se le dijo que se eche y se colocó en posición invertida, cabeza para abajo y pies para arriba. Otra fue una paciente que tenía un bultito en el pecho y de arranque nos enseñó a mi y hermano, que también es odontólogo, nos mostró su seno para que pudiera opinar al respecto, quedándonos sorprendidos, diciéndole que eso tenía que verlo un ginecólogo.
¿Hay buena relación entre odontólogos? Sí, en mi ambiente laboral todos nos apoyamos y el que no sabe aprende y el que sabe enseña, de acuerdo a la experiencia de cada uno.
¿Cumpliste con tus sueños como profesional? Todavía me falta cumplir uno, el cual es concluir mi especialidad en implantología, el cual no he podido terminar por la pandemia y sin duda año a año me vengo capacitando con diplomados y cursos que se dictan anualmente, para fortalecer mis conocimientos.
¿Sus hijos siguieron su legado profesional? Por el momento uno de ellos no lo hace. Mi hijo varón optó por la carrera de administración, como segunda opción, ya que él postuló para medicina y no cogió vacante. Mi hija sí sigue la carrera de obstetricia al igual que su mamá.
