Papá sin limites

Rony Condori es un emprendedor que incursionó en diferentes rubros para sacar adelante a su familia, con quien forman un gran equipo


Mientras termina de descargar unas bolsas de cemento, Franco, su hijo mayor, lo ayuda a cuidar el negocio. Rony Condori siempre le gustó manejar sus propios horarios, ser su propio jefe. Desde que terminó sus estudios trabajó independientemente e incursionó en distintos rubros. Ahora, junto con su esposa, tiene una ferretería. Ellos esperan en algunos años regresar al campo, donde les gusta disfrutar el aire puro y cambiar el cemento por las áreas verdes.

¿Hace cuánto tiempo tiene el negocio? Ya tengo 3 años.

¿Cómo se anima a iniciarlo? Inicio con mi esposa. Vivíamos en Majes, después vendimos nuestros animales y con ese capital hicimos el negocio, era mínimo, pero así empezamos poco a poco.

¿Por qué dejan Majes? Como no teníamos terreno propio, el alquilar era un poco tedioso y el costo de la leche (que vendían) era bajo, por eso decidimos venirnos. Estuvimos allá unos 7 u 8 años.

¿Quiso explorar nuevas oportunidades? Más que todo por el ganado, cuando uno recién inicia con su pareja, se va a otros sitios a ver qué hay.

¿Tenía hijos cuando se fue? No, me fui solo, allá conocí después a mi esposa.

¿Qué lo llevó apostar por la ferretería y no otro rubro? Algunos familiares tenían ferreterías, les seguimos la corriente, nos asesoraron, así empezamos.

¿Qué tan difícil fueron los inicios? Como no éramos conocidos, al día venía una persona y a la semana 3, estábamos desmoralizados, pero le dije a mi esposa que debíamos seguir, recién estábamos iniciando y poco a poco nos iban a conocer.

¿Cuánto tiempo esperaron para hacerse conocidos? Como dos meses, después ya empezó a llegar la clientela, también teníamos más cositas, al inicio no teníamos todo, preguntaban y decíamos no tengo. Poco a poco fuimos juntando.

¿Tuvieron que capacitarse también? Antes, en las grandes tiendas daban cursos de carpintería o por cualquier producto daban charlas, íbamos ahí. Después de la pandemia ya no fuimos, pero también vemos videos para capacitarnos.

¿Tiene otro oficio además de ser emprendedor? Soy soldador, trabajo en ello desde que salí del colegio. Estuve en un CEO, ahí aprendí a soldar puertas, entre otras cosas. Tenía trabajos temporales cuando me hacían pedidos.

¿Alguna especialización? Hago cocinas, de una hornilla, 2 hornillas. Cuando vine a Arequipa empecé a hacer rejas, puertas, después, un compañero de la promoción que tiene una tienda en el Avelino, me enseñó, sobre todo en los detalles.

¿Ahora es proveedor? Sí, soy su proveedor, por falta de tiempo no puedo proveer a nadie más.

¿Qué tanto le afectó la pandemia? Bastante, el precio de las cosas aumentó, pero fue más difícil porque teníamos letras en el banco.

¿Tuvieron pérdidas? Solo se vencieron unas tres bolsas de pegamento. La gente venía a veces, nos tocaba la puerta y les vendíamos, el cemento incluso se terminó. Pero como sea tratamos de pagar.

¿Cuál fue el momento más difícil en todo estos año? Solo la pandemia que nos ha afectado a todos.

DETALLE

Desde hace tres años incursionó en el rubro de la ferretería y junto a su esposa salen adelante, uno de los grandes retos que pasaron fue la pandemia.