Papá con ritmo

 La danza es su pasión. Larry Aguilar extraña los escenarios, aunque ahora ensaya con su hijo.




El ser padre a los 29 años le enseñó a luchar por su nueva familia. Larry comprendió que el arte y su segundo empleo pueden ir de la mano. Anthuan, su hijo de 3 años es su mayor orgullo, motivación y por qué no, el motivo de prematuras canas por sus constantes travesuras.

¿A qué edad te nació el gusto por la danza? Uy, ya ni recuerdo, desde que tengo uso de razón, siempre me gustó el baile y es algo que hasta el día de hoy conservo con orgullo y pasión, actividad que me da equilibrio.

¿Qué tipo de danza practicas? Casi de todo, aunque me especializo en caporales y tinkus, pero siempre que se puede también bailo sayas, toadas, entre otros.

¿Perteneces a alguna agrupación? Sí, mi grupo se llama Hatun Jayas, somos amigos que nos gusta la danza, la mayoría del barrio. 

¿Cómo afectó la pandemia a esta actividad artística que desarrollas? Bueno,  creo que muchas agrupaciones de baile y danza sufrimos estas disposiciones, y aunque tratamos de juntarnos para ensayar hace unos meses, cualquier persona que presentaba un resfriado era motivo de preocupación. Entonces decidimos que mejor era esperar. Ahora tratamos de juntarnos al menos una vez al mes, siempre con nuestras mascarillas y el distanciamiento. Es algo incómodo bailar con la mascarilla, pero es necesario para poder mantener la salud.

¿Anthuan es tu primer hijo, qué sentiste al ser padre? Asu, es un sentimiento bastante grande, al principio yo no lo conocía, era algo reacio, pero cuando ves a tu hijo frente a frente y te das cuenta que es tu sangre, automáticamente cambias, es un sentimiento difícil de explicar.

¿Tu hijo heredó tu vena artística? Sí, a sus tres añitos ya muestra aptitudes para el baile, le encanta la saya y el tinkus, él se pone a bailar conmigo.

¿Te gustaría que en unos años él se dedique a la danza? Sí, claro que sí, él es muy talentoso, aunque también le gusta el fútbol; actualmente está en una academia y destaca bastante.

Si tuvieras que elegir entre el fútbol o el arte ¿Qué te gustaría que siga tu hijo? Lo que él decida, yo sé que va a destacar en cualquier disciplina o profesión, y ahí vamos a estar su madre y yo para apoyarlo en lo que necesite.

¿Qué es lo más duro que afrontaste? Estar separado de mi familia. En un momento tuve que viajar en esta pandemia por motivos de trabajo me iba a Moquegua, me ausentaba por un mes o más, y sentía que me derrumbaba al no ver a mi familia.

¿Cuéntame uno de tus sueños? Son varios [risas], pero me encantaría compartir escenario con mi hijo, sería muy bonito.

¿Cuál es la travesura que más recuerdas de Anthuan? [risas], Ay mi hijo, una vez se lastimó la pierna izquierda por estar de travieso, tuvo que ser internado en la clínica por casi un mes.

¿Qué es lo que más disfrutas de estar con tu hijo? Cuando llego del trabajo, me abraza y me llena de besos, y, aunque estoy cansado, me pongo a jugar con él, hasta me llena de energía.

¿A qué te dedicas ahora? Bueno, como a todos, esta pandemia nos ha afectado, ahora yo trabajo en la albañilería y acabados, esto me permite solventar los gastos de mi familia, claro, mi esposa también trabaja.

¿Tienes planeado aumentar la familia? Sí, pero estamos esperando que la situación económica y sanitaria mejore en el país. Cuando todo esto pase buscaremos la mujercita. 

¿Ya pensaron en el nombre? Yo sí, Angely, pero tengo que conversarlo con mi esposa.

¿Cómo describirías a tu hijo en una palabra? Es mi rey.