La cuentística de Teresa Ruiz Rosas







El retrato te ha deslumbrado (Free Pen Verlag, Bonn, 2005) está conformado por once cuentos en los que, a excepción del primero que le da título al libro, la voz del narrador es asumida por personajes femeninos. La autora exhibe una prosa sin ornamentaciones innecesarias, salvo en el cuento “El café preferido de Monsieur Dürrenmatt”, donde el factor sorpresa y el suspenso —muy bien manejados en los primeros relatos– se disuelven en detalles accesorios.

En la mayoría de los cuentos se alternan los escenarios y Arequipa ocupa un lugar preferencial en los recuerdos de los personajes —la mayoría mujeres— frente al presente de las mismas que las ubica en Barcelina, Reykjavik, Zürich o Buenos Aires. Ambientado en la Arequipa de los años 30, la técnia epistolar de “El retrato te ha deslumbrado” integra las voces y los espacios distantes de cuatro personajes. Gustavo Roelling ha conocido a Angélica Nájar Arias, quien reside en Lima, únicamente por medio de una fotografía que la tía de la joven, Matilde Arias le ha enseñado, lo cual bastó para que él se enamore. Matilde es la intermediaria de esta relación y anima a su sobrina para que lo más pronto posible formalice su relación con Gustavo, a quien solo conoce por las inspiradas cartas que él le envía. El suspenso se va acumulando a medida que el intercambio de cartas entre los novios, y entre los familiares y amigos con los novios, va  construyendo una imagen de lo que podría suceder si el ansiado encuentro entre Gustavo y Angélica fuera una decepción —ya prefigurada por Ernesto en una carta dirigida a Gustavo desde Buenos Aires— ya que  no se conocen personalmente. Ambos acuerdan encontrarse por primera vez en el aeropuerto de Arequipa. Lo irónico de esta historia llega a su punto máximo cuando dicho encuentro confirma los reparos de la madre y amigos de Gustavo. Angélica no colmaba los requerimientos estéticos de Gustavo, quien por la prisa de caso y ante la imposibilidad de viajar a Lima debido a su trabajo, decidió casarse por poder semanas antes, haciéndose representar por su primo. Dicho encuentro le causó una profunda decepción: “Estoy llegando a la conclusión de que aquel fotógrafo era un genio en su oficio porque le encontró el mejor ángulo cosa que yo, honestamente, no he conseguido”. 

En “De frío y en silencio” se narra la historia de Ayssa Grimsey, una joven que frustra su futuro profesional al asesinar a Szorke Dalur, reconocido escritor por quien ella abandono todo para convertirse en su agente literario. Los acontecimientos ocurren en la lejana y fría Islandia. Ayssa es quien narra la génesis y culminación de su crimen del cual no se arrepiente en lo absoluto. “Pero aquel veinte de febrero de 19.., sin que Szorke Dalur pudiera darse cuenta, el aire de dieciocho grados bajo cero se apoderó codicioso de sus jadeos menguantes hasta vaciarlo del poco calor que todo ser todavía esconde confidencialmente (…) Sentí deseos de escupirle, pero mi sangre fría no me permitió atreverme siquiera a una mueca”. 

Similar sangre fría demuestra Laura Zárraga en “Detrás de la calle Toledo” cuando decide acabar con la vida de su “novio” Steve Corder, luego de que este no mostrara interés por el hijo que Laura esperaba de él, por sus prolongadas ausencias y por la noticia del matrimonio de Steve con otra mujer. Tanto Ayssa como Laura encajan en el perfil de Emma Zunz: una joven mujer que consuma un crimen con calculadora frialdad, sin remordimiento e impunemente. Las acciones se desarrollan íntegramente en Arequipa, sobre todo en las callejuelas interiores del monasterio de Santa Catalina donde Laura trabajo como guía turística. Calculó´muy bien sus movimientos y condujo a su víctima a un cubículo del monasterio del cual jamás volvería a salir: “Los largos muslos lo forzaron a una posición fetal, las rodillas parecían los latidos del corazón. Había encogido también los brazos —como parodiando mi mandato— había colocado las manos una encima de la otra, en actitud contrita como la madre San Román de la Vega en su lecho de muerte”.

El lector arequipeño se identificará en seguida con los escenarios locales representados en los cuentos: Av. Bolognesi, el Puente Grau, la calle Palacio Viejo, Zela, el parque San Francisco, envueltos en una atmósfera de nostalgia donde los personajes transitan solos contemplando su pasado. La edición de 2005 fue publicada en español y alemán. Se trata de una buena elección lectora para conocer la narrativa de una escritora que diluye las barreras entre los local y lo cosmpolita.