El buen amigo enfermero

 Bardo describe  su profesión en tres palabras: Amor, arte y ciencia. Es muy dedicado a sus pacientes



Bardito como lo conocen en su entorno, en un inicio quiso ser sacerdote (es franciscano). Nos cuenta que todo franciscano tiene tres votos: la pobreza, obediencia y castidad, por lo cual él optó por dejar esa idea ya que se enamoró, pero Dios le mostró que hay otros caminos para brindar amor. Le encanta escribir, hizo más de 130 poemas, que fueron presentados en el teatro cultural y le gusta actuar. 

Bardo Taipe trabaja desde los 17 años, hacía tipeos en la Av.  Independencia, también fue DJ en las discotecas, animador de karaoke y después cantante. Todo esto lo realizó a la par con sus estudios de enfermería. 

¿Por qué quisiste ser enfermero? Por la vocación de servicio, me agrada escuchar a la gente, darle una salida al mal momento que están pasando. Me gusta hacer reír a mis pacientes, es grato que me vean como un amigo. Creo que el trato que les doy ayuda mucho para su recuperación y  me llena haber aportado con un granito de arena en su estadía.

¿Tus padres te apoyaron en tu elección?  Sí, aunque en un comienzo mi papá por ser secretario del Ministerio Público, quería que estudie medicina o derecho, ya que he crecido en medio de la jurisprudencia. Por otra parte, mi mamá me apoyó más porque ella fue técnica en enfermería. Al final mi papá terminó aceptando mi decisión.

¿Fue fácil llegar dónde estás?   No, no  fue fácil, dejé de trabajar de enfermero, pero regresé por  la pandemia, por la necesidad de trabajar. Me encontraba laborando en Quellaveco, pero en mayo del 2020 nos pasan a suspensión perfecta, en junio liberaron la AFP y estuve tranquilo. De ahí pensé en trabajar, inicié en el hospital General, me salí de ahí porque no había mucha seguridad, luego me llamaron para Yanahuara  y me hicieron un contrato CAS Covid, donde laboro actualmente.

¿Cuántos años llevas trabajando de enfermero?  Son 13 años.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?  El área de emergencia porque es dinámico y aprendes algo de cada paciente, ya que no todos vienen por lo mismo. Cada paciente que entra al área o es hospitalizado o regresa a casa o lamentablemente va a la morgue.

¿Cuál es la parte más difícil de ser enfermero? Pensar que te expones y te puedas enfermar en esta situación de pandemia y llevar la enfermedad a casa.

Descríbeme un momento en el que tuviste que lidiar con un paciente difícil  ¿Cómo manejaste  la situación? Hace poco una paciente que reclamaba de la reutilización de los equipos de vía (cloruro de sodio), a pesar de explicarle no quiso entender, tuvimos que pedir que nos diera tiempo para ponerlo todo nuevo.

¿Qué es la cosa más extraña que has visto siendo enfermero?  Me acuerdo que un niñito en el Hospital  Honorio Delgado, se había tragado una moneda de 20 centavos estaba en la glotis, querían hacerle una traqueotomía para sacársela, yo agarré y le hice tomar aceite lo puse  boca abajo  y en unos minutos la moneda cayó.

¿Te mareaste la primera vez que viste sangre?  No, la sangre no me asusta, pero por otro lado la primera vez que practicamos con mis compañeros a colocarnos inyectables, me desmayé porque le temó a la aguja.

¿Qué momento te marcó más en tu vida?  La separación de mis padres, la muerte de mi madre, esto por el lado malo y por el bueno mi matrimonio que lleva 10 años y el nacimiento de mis hijos.

¿Fue fácil trabajar en pandemia?  ¿Fuiste uno de los que aprovechó la demanda de tu carrera en estas circunstancias?  No, no es fácil, es muy riesgoso. Te diré que solo trabajo en el Hospital de Yanahuara, no laboro en otro lugar, no me gusta lucrar con la salud.

¿Te gusta tu trabajo?  Me encanta, porque me acerca a las personas. Me emociona cuando se recuperan y eso porque los trato con mucho cariño, tengo acercamiento con ellos.

¿Si te dieran a elegir te quedarías con este trabajo o cambiarías? Si me dieran a elegir sería artista porque me encanta generar emociones en la gente. Cosa que lo hago siendo enfermero, pero no en todo su esplendor.

Si tus hijos se ponen mal, ¿dónde los curas, en el hospital o en casa? Si es algo que puedo tratar yo lo hago en casa. Si algo es más grave los llevo a su hospital. Pero ahora en pandemia yo los veo para no exponerlos.

¿Te gustaría que tus hijos fueran enfermeros? No, el tema de salud hasta antes de la pandemia era mal remunerado y demanda mucho tiempo de estudios, hay otras carreras que son menos tiempo y mayor remuneradas. Me gustaría verlos salir del Perú, que conozcan otras culturas.

¿Nos puedes contar alguna anécdota de tu trabajo? Una vez una señorita de la Universidad Católica vino por un problema neurológico de migraña y le tenía que tomar un electrocardiograma. La paciente a partir de ahí venía todos los días a verme, hasta que dijeron que era paciente psiquiátrica y logré pese a su estado ayudarla a sentirse bien.

¿Un mensaje que le darías a la gente en esta época de pandemia?  Hay muchas personas queridas que se están yendo en silencio, debemos aprender a cuidarnos y respetarnos como sociedad, no ser egoístas  y brindar más amor día a día porque hoy estamos y mañana no sabemos es incierto.

DETALLE

Bardo junto a su esposa  tiene una empresa de Capacitación y Consultoría en Seguridad y Salud Ocupacional  CAPATECNIA SAC para contactarse con ellos pueden llamar al 958341192.