Defensoría advierte que habrá nuevos conflictos luego del proceso electoral
Cercado. En plena emergencia sanitaria y crisis política, en noviembre del 2020, Arequipa registró un nuevo conflicto social en Atico (Caravelí) que sumó a 3 existentes, hasta el momento ninguno llegó a resolverse y el jefe de la Oficina Defensorial de Arequipa, Ángel María Manrique, advierte que luego del proceso electoral se vendrán momentos complicados.
En este momento todas las fuerzas -sostuvo- están concentradas en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, empero después de ello se activarán nuevos conflictos, nuevas demandas, en medio de la pandemia de la Covid-19.
“La temática es muy variada, hace 2 semanas estuvimos en Caravelí atendiendo un conflicto por ocupación de tierras de mineros ilegales, tuvimos que estar ahí, ya se estaban enfrentando, llegó la Policía, hubo acuerdos, pero luego de la elección van a despertar muchos conflictos”, señaló.
En esa línea, Manrique indicó que primero deben salvaguardar la vida y la salud y cuando se reactiven las demandas, corresponderá al nuevo gobierno mantener los escenarios de diálogo y buscar las soluciones adecuadas.
ACTIVOS. El conflicto social más antiguo de la región es el que se originó por el proyecto minero Tía María, viene desde el 2009, empero ingresó al reporte en octubre del 2013, debido a que la aprobación del estudio de impacto ambiental generó protestas y hechos de violencia.
En 2017 se registró un nuevo conflicto con los pobladores de Caylloma, quienes reclaman al Ejecutivo y al Gobierno Regional de Arequipa la ejecución de obras del proyecto de irrigación Majes Siguas II, como la construcción de la represa Angostura. El último caso se dio entre los mineros informales de Calpa Renace y la empresa Intigold.