Con una historia de trabajo y adversidades a cuestas, chuquibambina María Luz ofrece nutritivos productos marinos al público arequipeño.
PERFIL. María Luz Ibárcena tiene 50 años, muchos de ellos la pasó trabajando en distintos campos, lo que le permitió sacar adelante a sus seis hijos, a los que ella misma llama «su orgullo». Ella recuerda con nostalgia su natal Chuquibamba, distrito ubicado en la provincia de Condesuyos, añora su tierra que la vio nacer y donde mantiene gratos recuerdos. Hoy radica en Tiabaya, jurisdicción donde laboró en el campo y también en su hogar. Ahora se encuentra ofreciendo los más frescos y ricos pescados en el mercado San Martín de Porres, Tiabaya.
Son las 3 de la mañana, mientras muchos estamos aún conciliando un placentero sueño, María Luz Ibárcena ya está de pie, lista para iniciar su día. Mandil en cuerpo, María prepara el desayuno antes de iniciar la venta de los frescos pescados que trajo desde el terminal pesquero para ofertarlos en el puesto 6 del mercado San Martín de Porres en el distrito de Tiabaya. La perseverancia y el trabajo son una constante en ella, desde trabajar en el campo hasta comerciante, María sabe que el trabajo duro cuesta, pero también es gratificante.
¿Hace cuánto lleva en el negocio de los productos marinos? No mucho, desde octubre del año pasado que inicié este negocio en el mercado y aquí estamos, luchando para salir adelante contra todas las adversidades que trajo la pandemia.
¿A qué se dedicaba antes? Uy, de todo. Trabajé en la chacra, cortando cebolla, ajo y tantas cosas más. Ahora me encuentro aquí, me va relativamente bien, no llueve, pero gotea, como dice el dicho.
¿La pandemia llegó a afectar la venta de pescado? Sí, aunque los mercados podían estar abiertos para vender productos de primera necesidad, la afluencia bajó bastante el año pasado, la gente tenía temor por este virus. Ahora ya están viniendo, el mercado cuida siempre de las personas, como usted puede ver, se toman todas las medidas biosanitarias en el ingreso para recibir a nuestros clientes.
¿Cuál fue el momento más difícil que pasó? Bueno, el fallecimiento de mi hermana el año pasado, fue muy duro y triste, no pude ir a despedirme de ella. La depresión de estar confinados terminó por desgastarla más.
¿Le tocó perder un familiar o amigo durante esta pandemia? Sí, hace poco falleció mi tía a causa de este virus; es por ello que yo le pido a la población que tenga más conciencia, que se cuiden ellos y también su familia, estamos viendo tantas muertes en nuestra ciudad que tenemos que aprender a protegernos entre todos. Muchas veces la población cuando le toca a un familiar, recién respeta las normas.
¿Qué metas tiene a futuro? Bueno, seguir trabajando y por supuesto mantener la salud. Por eso siempre le pido a la Mamita de Chapi que ya cese esta pandemia.
Asumo que tiene hijos. Sí, tengo 6 maravillosos hijos, unos trabajando y otros estudiando, una de mis hijas es profesora, estoy muy orgullosa de todos, siempre trabajé para que no les falte nada. Le contaré que mi madre falleció cuando yo tenía cuatro años, desde ese momento he tenido que aprender a batallar con la vida.
¿Qué pescado es el más pedido? Ah, la trucha, la gente de Tiabaya y alrededores solicita mucho la trucha, aunque también me piden bonito y camarón.
Y la sazón de doña María ¿es buena? Pero por supuesto, cocino riquísimo [risas], mis hijos y familia lo confirman.
DETALLE. En el mercado San Martín de Porres de Tiabaya encontramos variedad de productos. Este centro de abastos cierra sus puertas a las 19 horas.
