La tiranía de los monopolios


Mildred Arriaga Velarde
mildredarriagavelarde@gmail.com

Los medios de comunicación deberían ser el ágora, el aula, los espacios  que informan y permiten la participación ciudadana en la esfera pública porque vivimos en democracia, ese sistema imperfecto que tantas veces desdeñamos con odio, pero que apenas se ve amenazado, ya estamos añorando  y defendiendo para no perder las libertades que nos permite.

En nuestro país, a  la tragedia  generada por la pandemia, se suma la crisis  provocada por los monopolios de los medios de comunicación, en la antesala de la segunda vuelta electoral.  Lejos de competir por la calidad de contenidos y agendas periodísticas,  están engendrando confrontación y polarización. Han iniciado una contienda en busca de imponer su agenda de intereses económicos y políticos, todo esto en nombre de la defensa de la democracia. 

En este contexto, la ciudadanía es la más perjudicada. A pesar de que la segunda vuelta electoral todavía no se ha producido,  los peruanos ya vivimos la tiranía de los medios que hace tiempo renunciaron a legitimar lo que transmiten, estableciendo una realidad reducida y limitada a sus intereses y que no representa  a los ciudadanos.

En esta coyuntura de crisis global, inestabilidad nacional y regional, los medios de comunicación están perdiendo la oportunidad de recuperar el poder y valor que la población, en algún momento, les otorgó. Hoy, su prestigio está acabado y no tienen ningún interés social por recuperarlo, eso está claro.

El Consejo Directivo del Colegio de Periodistas del Perú, en pronunciamiento público, demandó la difusión de  información veraz y plural,  instó a los propietarios de los medios de comunicación a cumplir cabalmente el rol para el cual el Estado les concedió el uso del espectro radioeléctrico.

Como organismo deontológico del periodismo y comunicación en el país, rechazan la polarización y exigen a los propietarios de medios de comunicación que vuelvan a posicionarse como formadores de opinión pública, respetuosos del pensamiento ajeno, siempre que este no atente contra la vida, el buen nombre de las personas y la salud de nuestros conciudadanos.

Finalmente, vale recordar las palabras de José López Vigil, defensor de la democratización de todas las voces, quien señala que “el pluralismo de opiniones dentro del medio, y el pluralismo de medios dentro de la sociedad, aseguran la democracia y la misma inteligencia humana”.