Personal médico afrontó difíciles situaciones para llegar a domicilios de cientos de adultos mayores.
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Los equipos conformados por médicos y enfermeras se colocaron los implementos de seguridad, revisaron sus herramientas y salieron en la misión de buscar abuelitos que necesiten las dosis de Pfizer.
Los comandos de vacunación se repartieron en diversas zonas de la parte alta de Cayma. Al equipo conformado por el doctor Jorge Vivanco Arenas, la licenciada Giovanna Huarsaya Huarsaya, la enfermera Fanny Hinojosa Allasi y la técnica Marcela Ramos Pinto se les asignó a las personas que residen en el C.H. Deán Valdivia.
Luego de revisar -nuevamente- sus herramientas, abordaron una combi que les ayudaría en el transporte del personal médico y las dosis contra la covid.
VACUNACIÓN. El primer vacunado fue don Simeón de 96 años. Él esperó pacientemente al personal médico. El procedimiento era sencillo, pero riguroso, no se podía aplicar la vacuna a personas que estén enfermas, sea de covid u otros males, la vacuna podría afectar su salud al tenerlo con defensas bajas.
Para asegurarse de eso, el doctor Jorge chequeó al paciente y le brindó indicaciones. Después de tomarle la temperatura y el pulso, se procedió a aplicar la vacuna, la acción fue rápida y casi imperceptible para don Simeón quien con la voz débil agradeció al galeno y las enfermeras.
El equipo vacunador brindó detalles para el cuidado del abuelo de la casa a sus familiares, esperó un tiempo prudencial para observar eventuales reacciones y continuó su viaje en busca del siguiente beneficiado con la vacuna.
DIFICULTADES. Al llegar a la siguiente vivienda, el vehículo que se comprometió a transportarlos se marchó, el conductor refirió que el tiempo pactado solo fue de una hora.
A pesar del problema, el médico y las enfermeras ingresaron a la segunda casa. Allí descubrieron que la matriarca se encontraba en el segundo piso, innacesible por la ausencia de graderías, la familia refirió que el albañil encargado de la construcción tuvo retrasos en la obra.
Con solo lo necesario, el equipo innoculador trepó por la estructura de metal de la antigua gradería para llegar a la habitación de la primera dama en recibir la vacuna en su casa.
El personal médico repitió el procedimiento de vacunación y programaron la próxima visita para la colocación de la segunda dosis.
Al salir a la calle, el equipo se reencontró con un problema pendiente, la falta de transporte para completar su jornada de vacunación.
EJEMPLARES. Sin mayor remedio que seguir con sus propios medios, el equipo médico recorrió diversas calles en busca de las casas de sus próximos pacientes.
Confundidos por la falta de señalización en las vías, llegaron luego de ‘perderse’ en varias ocasiones.
Las familias los recibieron con los brazos abiertos y brindaron la facilidades para que el doctor y las enfermeras cumplan su labor.
Mientras buscaban más casas, usaron el megáfono para informar a los familiares de personas que necesiten las dosis.
En su recorrido varias personas se acercaron y pidieron la aplicación de las vacunas, algunos no cumplían con el requisito fundamental: ser mayor de 80 años.
A los que cumplían con el requerimiento, se les atendía de forma oportuna.
De esta manera, el equipo médico se movilizó bajo el insoportable calor arequipeño en busca de más personas que necesiten la vacuna. En cada lugar que aplicaban la vacuna repetían las recomendaciones: lo principal era no comer pescados o carne de cerdo por -al menos- tres días.
CAMPAÑA. Las jornadas de vacunación no finalizaron, mientras más dosis lleguen a Arequipa, seguirán las campañas de vacunación a domicilio para personas con dificultades para movilizarse. Al igual que el equipo del doctor Jorge, varios médicos y enfermeras recorrieron Cayma, Miraflores, Socabaya y Mariano Melgar para aplicar la vacuna contra la covid a los ‘papá grande’ y ‘mamá grande’ de la casa.
DETALLE. Más de 1400 vacunas se destinaron para Cayma, la jornada de vacunación continúa mañana según el cronograma de los centros de salud.
