Prisión para pareja dedicada a trata de menores

La víctima fue captada por una agencia de empleos en Lima para trabajar como moza en Atico, pero fue obligada a prostituirse. 

Yorch Huamaní E.
Jonathan Bárcena C.
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Caravelí. Trabajar, reunir dinero para estudiar y con ello ayudar a la familia, es parte de los sueños de varias adolescentes que crecieron en un ambiente donde las oportunidades son escasas, pero estos planes son destruidos cuando les prometen un empleo y terminan explotándolas laboralmente e incluso prostituyéndolas. Es el caso de una menor de 16 años a quien cuidaremos su identidad y llamaremos Fernanda. 

A inicios de enero 2015, Wilder Gonzales Ávalos y Milly Hayde Canchanya Salgado captaron a Fernanda y a su prima a través de la agencia de empleo CERES, ubicada en Ate Vitarte (Lima). Sus captores les prometieron trabajar en un restaurante turístico como ayudantes de cocina y moza en Atico,  provincia de Caravelí.

La adolescente y su prima aceptaron el trabajo porque ganarían mil soles quincenales. Ante ello, Hayde Canchanya trasladó a ambas hasta Atico, pagándoles sus pasajes. 

Sin embargo, la pesadilla para Fernanda y su prima recién empezaría, pues al llegar a Atico fueron trasladadas al conocido bar Motta, en el local también estaban otras mujeres en estado de ebriedad. Fernanda y su prima pasaron la noche en ese bar. Asimismo, las víctimas fueron despojadas de sus pertenencias y sus documentos para evitar denuncias. 

Al siguiente día, los captores les entregaron un short y un polo, además les indicaron que  “ficharía”, es decir, damas de compañía en el bar Motta, pero si ponían resistencia las amenazaron con matarlas. Durante el día, la menor era encerrada en un cuarto donde comía sus alimentos junto a otras víctimas.

Los captores dejaron en libertad a la prima de Fernanda y le pagaron S/ 800, el resto fue descontado por el traslado, hospedaje y comida. En tanto, Fernanda permaneció en el lugar bajo amenazas y en el 2017 fue trasladada al bar Titanic donde la menor fue prostituida contra su voluntad. 

Fernanda vivió su pesadilla hasta octubre del 2017 donde logró escapar y denunciar a sus captores ante la Fiscalía. 

Tres años después de la denuncia, el Juzgado Colegiado de Camaná condenó a 12 años de cárcel a Wilder Gonzales Ávalos y Milly Hayde Canchanya Salgado por el delito contra la libertad en la modalidad de trata de personas. Además, fueron inhabilitados para ejercer la administración de bares y cantinas por 10 años, asimismo deberán pagar una reparación de S/ 4 mil en favor de la agraviada.  

SIN SOLUCIÓN. El consejero por la provincia de Caravelí y presidente del Consejo Regional, Santiago Neyra Almenara, señaló que es muy poco lo que las autoridades pueden hacer en cuanto a la prostitución o trata de personas.

“Siempre que hay operativos no se encuentra nada y eso es porque hay personas que les informan a los establecimientos. Cuando fui alcalde siempre que llegamos ya no había ninguna señorita, porque alguien ya había hecho el soplo”, señaló. 

Las zonas de mayor índice de prostitución y trata de personas, según el consejero, son los distritos de Chala, Cháparra y el propio Atico por ser zonas de actividades en minería y pesquería.

Por su parte, la consejera regional por Camaná, Crhiss Díaz Montoya, señaló que en su provincia también existe este tipo de delitos, principalmente en el anexo de Secocha (Mariano Nicolás Valcárcel). 

La delegada sostiene que en  Secocha no hay una comisaría, pues la más cercana está a 15 minutos en camioneta. Indicó que tras la llegada de extranjeros los ilícitos se agravaron.