Lo que nos falta: casi todo

Lo que nos falta: casi todo

Abraham Sugimoto Oliden
abrahamsugimoto@gmail.com

No solo crisis sanitaria, sino casi todas las demás. Ya lo sabemos, pero revisemos cómo nos involucra y cómo nos compromete la búsqueda de una salida, esta vez desde las fortalezas que aún nos quedan para aprovechar las escasas oportunidades en un mundo de amenazas que desnudan nuestras debilidades.

Qué hizo, dejó de hacer y cómo hará el Estado para orientar a sus ciudadanos hacia la luz al final de un túnel que se alarga como una serpiente en fuga hacia adelante.

Con la pandemia todas las desigualdades brotaron de pronto como si hubieran nacido y crecido a la velocidad de la luz, y todos han volteado los ojos hacia el Estado clamando el auxilio salvador, incluyendo los que medraron de él, los otros que lo ningunearon desde la informalidad, la elusión y la evasión tributaria, e incluso aquellos que han trabajado intensamente para recortarle competencias y responsabilidades.

Ante la crisis global el Perú requiere revertir los indicadores claves de la economía con mayor inversión privada y pública, transformar su sistema de representación política, reconstruir su sistema de salud, democratizar la educación y mejorar sus servicios, así como intensificar y ampliar las políticas sociales habilitadoras de oportunidades económicas, adoptando políticas públicas diversificadas y pertinentes a la realidades de la costa, sierra y selva para una recuperación que nos conduzca hacia un nuevo modelo de desarrollo centrado en las personas, y creemos, bajo un enfoque de desarrollo territorial inclusivo y articulador.

No es poca cosa, casi lo es todo. 

Sin embargo, revertir la crisis sanitaria y la recuperación económica son las dos urgencias nacionales, que, a partir de un acuerdo social y político de corto y mediano plazo, pueden despejar el camino de los escombros que nos deja la pandemia y la crisis política. 

Compete por ello una enorme responsabilidad a las nuevas representaciones dentro y fuera del Congreso, y una tarea mayor a las dos fuerzas que pugnan por manejar las llaves de Palacio de Gobierno.

El marco orientador para las acciones y tareas del nuevo gobierno, debería estar alineado, a nuestro entender a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, priorizando la erradicación del hambre, promoviendo la seguridad alimentaria, apostando por la salud y educación de calidad, mejorando el acceso al agua limpia y promoviendo la sostenibilidad del crecimiento económico. Para ello, tenemos que redefinir la agenda pública con políticas de Estado innovadoras, de modo que contribuyamos a construir sociedades más justas y sostenibles.