Ollas de la esperanza: Peregrinos de Chapi, Quequeña

Piden apoyo de autoridades y empresas para dar alimentación en esta pandemia a abuelitos y madres solteras


Jim Allasi Roig 
redaccion@diario-viral.com

Quequeña. La olla común Buena Esperanza del sector 1 de Peregrinos de Chapi del distrito de Quequeña se encuentra a una hora del centro de Arequipa.

A unas cuadras de la carretera principal se llega a una vivienda donde está un grupo de mujeres cocinando raudamente, y cómo no, si el mediodía está por llegar.

Una de ellas carga un bebé en brazos, igual no ponía excusas para  ayudar en la cocina. Se las ingeniaba para aportar su granito de arena.

Aquí se prepara los alimentos a leña pese a contar con una cocina, que fácilmente ayudaría a este grupo de madres de familia en esta ardua labor. 

Pero ante el incremento del costo del gas, no utilizan la cocina. Es díficil para ellas costear un balón de 10 kilos (42 soles) cuando la prioridad son los víveres para parar la olla.

La vivienda fue prestada por un vecino con la finalidad que este grupo de mujeres tenga mayor comodidad y no pase las dificultades que atravesaron al inicio, cuando cocinaban a unos metros de la vía principal.

CREACIÓN. Yola Romero, vicepresidenta de esta olla común, contó que empezó a funcionar desde el año pasado a raíz de la pandemia del nuevo coronavirus y con ello la necesidad que tenían de ayudar a los más necesitados.

Tenían que ser solidarias con los vecinos  en este difícil momento ayudando a las madres solteras, niños y ancianitos del sector.

Agregó que se repartían más de 60 raciones diarias cuando la olla común funcionaba a lado de la carretera y para cocinar los vecinos traían víveres para colaborar, incluso leña. No había apoyo.

RESUCITA. La olla común Buena Esperanza del sector 1 de Peregrinos de Chapi cerró como muchas en toda Arequipa ante la falta de apoyo y cuando parecía que era el final, hace 10 días volvió abrir para seguir brindando alimentos a los vecinos golpeados por la crisis económica que deja la pandemia.

Actualmente son  25 los comensales que vienen a esta olla común para alimentarse.

Yola cuenta que las raciones han disminuido ante el incremento de las ollas comunes en esta asociación y ahora se sufre más.

AYUDA. Yola Romero sabe que cocinar de lunes a sábado es agobiante, por eso las 15 socias de la olla común se turnan porque saben que deben estar al 100%.

Es una responsabilidad preparar los alimentos y los dos soles que los pobladores pagan por cada plato apenas alcanza para comprar víveres para cocinar al día siguiente, incluso muchas veces ha tenido que tocar las puertas de los vecinos para completar los alimentos que le faltaba para parar la olla.

“Estamos bastante preocupadas por no contar con apoyo de las empresas o autoridades” dijo.

Añadió: “Pedimos a la alcadesa y a las autoridades de Arequipa que nos ayuden con alimentos, para dar mejores raciones a nuestros abuelitos, madres solteras y niños”.

Este grupo de mujeres no quiere volver a cerrar esta olla común, por eso claman ayuda para sobrevivir y cocinar con el apoyo solidario para la personas que dependen de un plato de comida que ellas preparan.