Mujeres con esperanza

Mujeres con esperanza

Paradójicamente fue un varón el que le dio esperanza a la Asociación Urbanizadora de Interés Social  Embajada de Japón Zona C Mujeres con Esperanza, Santiago Ulises Torres Montes Revilla. Fue en su gestión que se dio inicio al proyecto de agua potable para los 11 pueblos de la parte alta de Cayma, no varios, sino muchos vecinos, le reconocen ese trabajo, iniciativa que sus sucesores no han continuado con celeridad.

La Ley Nº 31056, que titula posesiones anteriores a diciembre del 2015, contempla la inclusión de procesos de reversión como parte del trabajo de titulación, sin embargo Mujeres con Esperanza inició ese proceso hace varios años, logrando que los terrenos de El Pastoral retornen a dominio de la Municipalidad Provincial de Arequipa y así culminar con la compra de los terrenos.

Judy Ortiz Macedo es presidenta de Mujeres con Esperanza, ella recuerda los procesos judiciales que tuvo que enfrentar a raíz de ese pedido de reversión, asociaciones como  Milagros o Palpata se consolidaron bajo la misma esperanza legal, que la municipalidad provincial les venda los terrenos que posesionan desde el 2009, hoy ese logro está en apelación, pero la esperanza sigue en pie.

Un local social, una capilla, transporte urbano, servicio de electricidad, agua potable siguen consolidando la esperanza de tener una vivienda digna, hace poco crearon la asociación de comerciantes, todas mujeres que tenían un puesto en mercados de Cerro Colorado o Avelino Cáceres y que por la pandemia tuvieron que cerrar, ahora planifican la construcción de un mercadito, temporalmente están albergadas en el local social, caseros no faltan pero el local social también es requerido para otras actividades comunales.

Sin la presencia del Estado es difícil continuar, pero no imposible, el Maquicentro de Mujeres con Esperanza está dentro de la estrategia para empoderar a las decenas de vecinas que sufrieron violencia familiar o violencia económica y que buscan independencia, pero es una meta ambiciosa que incluye infraestructura, maquinaria, adiestramiento, capital semilla, componentes que sin financiamiento hacen difícil la tarea.

Desde este lunes la empresa Trascayma se sumará a la visión de esperanza y convertirá en un aliado estratégico del desarrollo de esta asociación, mediante un convenio de cooperación ellos se encargarán de la construcción, implementación y apoyo del Maquicentro porque comer pan sin esperanza es morirse poco a poco de hambre.

Vecinas de Mujeres con Esperanza, nos encontramos en la faena del domingo, hasta la próxima semana.