Pasión por la música

La tradición de las coplas de Arequipa en crisis por pandemia obliga a artistas a buscar nuevos trabajos para sobrevivir 

José Libandro
redacción@diario-viral.com

Las coplas tradicionales de Arequipa se ven con mayor intensidad entre febrero y marzo, en el Carnaval Loncco o la bajada de Ccapo. La población se viste con trajes de colores llamados “mojigangos” y recorren calles y avenidas junto a músicos que interpretan jocosas coplas con guitarra y charango. A sus 41 años, Jorge Carcausto dedicó toda su vida al arte. Cultiva las disciplinas de la música, pintura y escultura. Su copla de Buenos Aires de Cayma fue premiada como la mejor de toda Arequipa, pero ahora por la pandemia del Covid-19 la crisis tocó su puerta.

¿Cómo inició en el arte? Desde niño tenía esa sensibilidad del artista de ver detalles que otros no ven, como encontrar entre un cúmulo de basura lo bello de una flor. En el colegio participaba en los concursos de dibujo y canto. En mi adolescencia tenía una inclinación por la mandolina, el charango y guitarra e integré el grupo parroquial San Pablo de Buenos Aires de Cayma, hacíamos música de misa, pero en versión andina.

¿Su copla fue la mejor de toda la región? Sí. En 2017 ganamos el concurso. Fuimos los primeros en integrar un acordeón, que es un instrumento más usado en Puno, pero la realidad de Arequipa es de cambio en la sociedad, acá vive gente de Puno, Cusco, Moquegua y Tacna.

¿Esto lo llevó a otras regiones? Toqué en festividades como la Virgen de la Candelaria en Puno y el público nos pedía música arequipeña.

¿Fue premiado por el Consejo Regional de Arequipa? Sí, por mi último trabajo, fue el mural “Comidas y colores de Arequipa”.  Es una escultura de relieves de 7 metros.

¿Cuántas personas integran la comparsa? Empezamos hace 9 años con los hermanos Yanqui Yucra. Ahora la familia lo integran, amigos y vecinos. Somos 20 músicos y 30 danzarines.  

¿Familia de artistas? Sí (sonrisas). Mi hija Arumi de 11 años empezó a bailar y ahora toca el charango, Giselle de 6 años toca el bombo, logan de 3 años empezó a bailar, mi esposa Marina Avendaño toca la guitarra y mi suegro Víctor Avendaño el chillador. 

¿Se puede vivir del arte? Sí, pero con full dedicación. Arequipa tiene grandes acuarelistas. Tuve la suerte de aprender de los grandes maestros, en pintura Evaristo Callo y en escultura con Fredy Luque Sonco, artistas de primer nivel que nos representan en el extranjero.

¿La crisis del Covid-19 los afectó? Muy fuerte. Los que vivimos del arte se nos cortó las alas. Tuvimos que buscar otras opciones. El 95 % de los músicos salieron a las calles a tocar o buscan nuevas formas de ingreso a veces por 5 soles entraban a las casas por 5 minutos de show.

¿Usted cómo llevó la pandemia? Tengo un vehículo y con este hacía servicios de transporte. También salí a vender alimentos de primera necesidad, había que buscar cómo sobrevivir ante la crisis, porque el ingreso por arte era prácticamente cero. 

¿Cómo reciben la noticia de la segunda ola? Asusta mucho y preocupa. Tenemos familias y los artistas vivimos del día a día. Ahora será más grave, solo espero que nos dejen salir a vender como en la primera ola. 

¿Cómo ve el futuro de las coplas? Nuestro trabajo es sembrar el arte en los niños con la importancia de las tradiciones. Las modas aparecen en jóvenes y adolescentes por lo que a veces se avergüenzan.

Si le intereso el trabajo artístico del maestro Jorge lo puede contactar al 988605438.