Ollas comunes son la esperanza de Arequipa

Desde niños hasta adultos mayores ayudan a preparar 180 raciones en la olla común Buen Samaritano

Isabel Álvarez
redaccion@diario-viral.com

A un costado de la vía, con una sierra Víctor Quispe de 83 años corta leña para asegurar que la fogata en la que -desde hace una hora aproximadamente- empezaron a hervir  agua para el almuerzo del día: tallarín rojo con pollo.

Mientras Faustino Suni acomoda las maderas debajo de dos grandes ollas, otras cuatro mujeres alistan las verduras en una cocina improvisada con palos y calaminas al otro lado de la vía, en la asociación Embajada de Japón zona B, a unas 5 cuadras de la avenida principal.

Buen Samaritano es el nombre de la olla común, una de las 17 que se formaron en la parte alta de Cayma a raíz de la primera cuarentena dictada por el Gobierno para contener el Covid-19.

En setiembre se instalaron en el lugar, aunque ayudaron en otra olla común desde mayo, y desde entonces han preparado hasta 220 raciones diarias para sus vecinos que perdieron sus empleos y se quedaron sin ingresos tras el cierre de la mayor parte de las actividades económicas. 

Maritza Pinares, presidenta de la olla común, cuenta que también llegan vecinos de otros sectores como Sol de los Andes, la zona A de Embajada e incluso de Pioneros.

SAMARITANA. Entre las manos que diariamente apoyan en la preparación de alimentos están las de Elsa Huisa, tiene 11 años, este año pasa a primero de secundaria y tiene cuatro hermanos. Desde el año pasado es parte del equipo del Buen Samaritano, sus clases eran en las tardes, así que en la mañana se daba tiempo para ayudar.

RECURSOS. Aunque en las últimas semanas se redujo la cantidad de usuarios, algunos retornaron a sus zonas de origen y no pudieron regresar, aún son bastantes las personas, 180, que acuden diariamente a almorzar porque solo deben abonar un sol (los adultos mayores no pagan) a diferencia de un restaurante donde el menú no baja de los S/ 6.

El aporte de los vecinos es necesario para comprar los alimentos, porque ahora solo reciben el apoyo del padre Alex, quien pertenece a la congregación San Pablo de Malta y es el párroco de la iglesia en Primero de Junio; y en ocasiones del municipio.

SOLIDARIDAD. Los vecinos han demostrado que la unión hace la fuerza, lo que les permitió salir adelante. Una de las señoras que se  convirtió en madre de su nieta, porque su hija falleció y consiguió gran apoyo en ese grupo humano. 

Víctor Quispe también tenía problemas en su salud, cuando lo encontraron (vive solo) necesitaba atención médica, los vecinos encontraron un especialista en Cerro Colorado quien les hizo un descuento y también a veces le dona sus medicinas.A un costado de la vía, con una sierra Víctor Quispe de 83 años corta leña para asegurar que la fogata en la que -desde hace una hora aproximadamente- empezaron a hervir  agua para el almuerzo del día: tallarín rojo con pollo.

Mientras Faustino Suni acomoda las maderas debajo de dos grandes ollas, otras cuatro mujeres alistan las verduras en una cocina improvisada con palos y calaminas al otro lado de la vía, en la asociación Embajada de Japón zona B, a unas 5 cuadras de la avenida principal.

Buen Samaritano es el nombre de la olla común, una de las 17 que se formaron en la parte alta de Cayma a raíz de la primera cuarentena dictada por el Gobierno para contener el Covid-19.

En setiembre se instalaron en el lugar, aunque ayudaron en otra olla común desde mayo, y desde entonces han preparado hasta 220 raciones diarias para sus vecinos que perdieron sus empleos y se quedaron sin ingresos tras el cierre de la mayor parte de las actividades económicas. 

Maritza Pinares, presidenta de la olla común, cuenta que también llegan vecinos de otros sectores como Sol de los Andes, la zona A de Embajada e incluso de Pioneros.

SAMARITANA. Entre las manos que diariamente apoyan en la preparación de alimentos están las de Elsa Huisa, tiene 11 años, este año pasa a primero de secundaria y tiene cuatro hermanos. Desde el año pasado es parte del equipo del Buen Samaritano, sus clases eran en las tardes, así que en la mañana se daba tiempo para ayudar.

RECURSOS. Aunque en las últimas semanas se redujo la cantidad de usuarios, algunos retornaron a sus zonas de origen y no pudieron regresar, aún son bastantes las personas, 180, que acuden diariamente a almorzar porque solo deben abonar un sol (los adultos mayores no pagan) a diferencia de un restaurante donde el menú no baja de los S/ 6.

El aporte de los vecinos es necesario para comprar los alimentos, porque ahora solo reciben el apoyo del padre Alex, quien pertenece a la congregación San Pablo de Malta y es el párroco de la iglesia en Primero de Junio; y en ocasiones del municipio.

SOLIDARIDAD. Los vecinos han demostrado que la unión hace la fuerza, lo que les permitió salir adelante. Una de las señoras que se  convirtió en madre de su nieta, porque su hija falleció y consiguió gran apoyo en ese grupo humano. 

Víctor Quispe también tenía problemas en su salud, cuando lo encontraron (vive solo) necesitaba atención médica, los vecinos encontraron un especialista en Cerro Colorado quien les hizo un descuento y también a veces le dona sus medicinas.