Especialista en educación, Juan Carlos Salas, sostiene que la enseñanza virtual permitió que los progenitores se involucren más en el desarrollo escolar de sus hijos
Jonathan Bárcena C.
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Desde el año pasado la educación ha dado un vuelco de 180 grados. Las acostumbradas materias ya no se aprenden tras una carpeta en medio de un salón de clases, sino más bien se trasladaron a la sala, dormitorio o cualquier otro ambiente del hogar. La pandemia del nuevo coronavirus hizo que el aprendizaje sea más íntimo para estudiantes, padres de familia y profesores. Pero, ¿qué ventajas, desventajas y procesos trae la educación virtual? El especialista en educación y director regional de Innova School, Juan Carlos Salas, comenta al respecto.
¿Cuáles son las tendencias tecnológicas en esta educación virtual? La educación virtual no es nueva, ya se venía usando desde hace varios años atrás. Pero, la pandemia la lanzó exponencialmente. Una de las primeras tendencias es que se adecúe más a los ritmos del estudiante, es más una educación asincrónica donde el alumno tenga, en base a su propio tiempo y disponibilidad, que entrar a complementar y recibir otros cursos. También el alumno es capaz de elegir cuáles son sus puntos de interés. Va más allá de la educación en el diseño curricular.
¿A qué se refiere con ir más allá del diseño curricular? Dada está situación de pandemia, otra tendencia, es que no se ofrezca solo el servicio de cursos, como los que conocemos; matemática, comunicación, sociales, etc. Sino también que pueda generarse espacios de desarrollo personal y social, es decir buscar actividades lúdicas, recreativas virtuales que hagan las veces de un recreo.
¿Cómo lograr esa interacción? La educación no debe estar centrada en el profesor, olvidarse de estar con pizarrita y que el alumno esté atento a eso. La idea es que el profesor problematice y presente trabajos de investigación y que el alumno aprovechando el internet siga investigando.
La realidad en el país es que no todos tienen acceso a internet, entonces ¿Cómo hacer frente a esta nueva forma de educación? El año pasado hubo una gran desconectividad de alumnos cuando pasamos a esta realidad virtual y no únicamente porque el alumno no tenía la herramienta (hardware) para poder ingresar, sino más bien porque en zonas rurales o incluso en capitales hay lugares donde no llega el servicio de internet. Le corresponde al Estado abastecer todas estas posibilidades de conectividad y además es muy importante que los colegios presten herramientas.
En ese sentido ¿El país está preparado para asumir estas nuevas tendencias tecnológicas de educación? En el Perú tenemos que dar saltos grandes para poder ponernos a la vanguardia o por lo menos estar dentro del promedio de América Latina. La pedagogía virtual tiene que ser mucho más dinámico, más personalizado y autónomo con el alumno para que se pueda aprovechar toda la riqueza que nos propone.
El año pasado hemos visto que las nuevas tecnologías sorprendieron a profesores. Entonces, ¿es necesario la capacitación por parte del Estado? Por supuesto, hay distintos programas de capacitación en las diferentes áreas, tanto del manejo de tecnología como de adaptación para el profesor.
¿La edad es un tema crucial? No se trata solo de la edad, se trata de la mentalidad que podamos tener, no solo de los docentes, sino todos los involucrados en el aprendizaje del estudiante.
¿Cómo así? Hay la experiencia de profesores mayores que se han adaptado muy bien y han aprendido sobre la tecnología y hay profesores jóvenes que les ha costado un poco más, entonces es una cuestión de mentalidad y no tanto de edad.
¿Y los padres? Hay papás que no conocen la tecnología y tienen que aprender a acompañar a sus hijos, entonces las instituciones deben brindar talleres para ellos. Sin embargo, los padres de familia no deben tenerle miedo al recurso informático.
Son un motor fundamental… Hasta el año pasado, los padres hacían lo que se hace en el Perú y en todo el mundo, llevaban temprano a sus hijos al colegio, lo dejaban en la puerta y luego los recogían y no sabían lo que ocurría adentro. Ahora no, la educación ha cambiado y entra a la casa, está al alcance de una pantalla y el padre sabe como su hijo interactúa o no, como el profesor enseña, cómo los otros estudiantes participan, etc.
¿Se retomó la responsabilidad de educar en casa? Esa facultad natural que tiene el padre de familia ahora está tocando su real proporción, antes el colegio era un descargo de los papás. Pero, ahora el involucramiento, la colaboración, la tarea pedagógica del padre está alcanzando su real posición.
Las clases virtuales quitaron la posibilidad de socialización de los estudiantes, padres y profesores. ¿Es una tendencia negativa para el desarrollo del educando? Nuestra juventud desde hace algunos años tiene otro modelo de convivencia, comparten muchísima información a través de las redes sociales. Con esto digo que la forma de convivencia pasó a ser de otro estilo, entonces las escuelas deben procurar no solo desarrollar actividades académicas sino también actividades recreativas y lúdicas que potencien este desarrollo socioemocional de sus estudiantes.
¿En el dinamismo está la clave del aprendizaje? Exacto. Pero, no solo en el dinamismo centrado en lo que pueda hacer el profesor, sino también en el dinamismo de las otras actividades de investigación de desarrollo autónomo, de procesos personales del estudiante. El rol de la inteligencia artificial es muy importante para poder acompañar a los alumnos e ir marcando matrices y tendencias.
¿Qué significa la inteligencia artificial? Ayuda al alumno a descubrir cuáles son sus biorritmos de aprendizaje, en qué momento del día aprende más, etc.