Donofrio y el alcoholismo

Donofrio y el alcoholismo

Marcelo Rodríguez Rivera
cmarcelorr@gmail.com

Algún fiscal con sentido común, un consejero regional que no esté en babia, un psiquiatra con teletrabajo, o cualquier viandante con apego a este desdichado suelo, debería solicitar una pericia psiquiátrica para el gobernador, antes de que este atente contra sí.

No es que haya temor a perderlo para siempre, que en su justo derecho está. Ocurre que, en su intento personalísimo, cualquiera que fuere, podría ocasionar una desgracia mayor e involucrar a alguno de los cándidos menesterosos que lo circundan.

Su propuesta de establecer una cadena de frío para las vacunas usando carritos de helados no ha causado malestar sino hilaridad, porque después de todo no está mal distender con una sandez de calibre, el agobiante estrés causado por el chinavirus.

El problema radica en que alguno de sus alelados asesores y consejeros, que todo le celebran podrían errar al momento de la inoculación de la dosis de Sinopharm y en su lugar, introducirle tres Frio Ricos al hilo, un Sin Parar con centro líquido o incluso un Huracán de lúcuma.

Muchos celebrarían el acontecimiento y no pocos pedirían repetición por el solo placer de ver el momento preciso en el que el titular regional, es insertado a su gusto y goce y en cumplimiento de sus indicaciones.

Especialistas han señalado las múltiples consecuencias de los encierros que padecemos a raíz de la pandemia, pero las que afectan el sistema nervioso mononeuronal del inquilino precario de la Av. Unión en Paucarpata, parecen particularmente serias.

Aún no hay una base científica debidamente establecida, pero todo parece indicar que la recurrente desinfección con alcohol puro, que esta autoridad practica desde mucho antes del chinavirus, ha afectado seriamente su neurona.

Pero como él es un inimputable y no está en capacidad de reconocer sus estropicios y menoscabos, la responsabilidad recae en quienes lo eligieron y que a decir del caricaturista Heduardo bien podrían ser catalogados como “electarado”.

 Ya lo hemos hecho antes, tuvimos a Guillén en la alcaldía y no satisfechos con eso lo llevamos al Gobierno Regional para reelegirlo, y como aun no habíamos quedado satisfechos aceptamos que su pupila Osorio, le sucediera.

En apenas ocho semanas volveremos a engañarnos escogiendo a 6 impresentables para el Congreso, entre ignorantes antiempresa y antiminería, es decir, optaremos por los que quieren otra constitución y un Estado que lo haga absolutamente todo y mal; con un gobierno facineroso que ni siquiera pueda garantizarnos oxígeno.