Ingeniero industrial busca abrir la primera tienda de artículos para trucos de magia en Arequipa
Isabel Álvarez
Los problemas económicos lo obligaron a dejar la universidad por un tiempo, pero ese periodo lejos de los estudios lo llevaron a encontrar no solo un hobby, sino lo que lo convirtió en un emprendedor. Desde uno de los stands, que estuvieron en la plaza España, Erick Mejía nos cuenta cómo se volvió un mago empresario.
¿Cómo nace crear objetos de magia? Apenas terminé el colegio trabajé desde los 16 años, busqué trabajo como todos. Naturalmente tenía algunos problemas económicos en mi familia.
¿Dónde trabajaba? Trabajé inicialmente en una teleferia que, entre el 2008 o 2009, los pasaban por televisión. Trabajé en varios stands y en uno de esos vi algunos productos bastante básicos para hacer magia. De hecho que me gustó mucho. Al principio lo hacía como hobby, luego fui aprendiendo más de este rubro que es el arte en sí.
¿Había practicado magia antes de eso? No sabía, solo demostraba lo que había en ese entonces (en las ferias), tenían efectos, pero eran bastantes básicos.
¿Siempre le interesó la magia? En general me gustan mucho las artes, como la magia y me llamaba la atención más que todo por las reacciones de las personas cuando les demostraba los efectos.
¿Cuándo decide crear nuevos productos? Al inicio mostraba los kits, que generalmente eran importados. Algunos eran de China o Estados Unidos, pero los trucos eran muy básicos y además a los niños les gustaba, pero buscaban más. Así, fui investigando. Noté que algunos podían mejorarse, surgieron muchas ideas y comencé a fabricar cosas.
¿Cuál fue su primera creación? No fue una creación, porque ya tenía un creador, pero fue la baraja radio, que está libre de patentes, entonces cualquiera lo puede vender. Sacaba muchos trucos, era muy visual. Al inicio como cualquiera lo vendía con un manual en una bolsita. Con el tiempo fui mejorando los empaques, la calidad de los productos, además de cartas comencé a sacar accesorios y kits completos. Cuando retomé mi carrera universitaria comencé aprender mucho el tema de marketing, producción.
¿Cuánto tiempo dejó la universidad? Cuando ingresé a la universidad, hice el primer año de ingeniería industrial en la Unsa y lo dejé por tema económico. Pasó 3 o 4 años que estuve trabajando en ferias. Cuando regresé, comencé a hacer algo propio, a fabricar mis productos. Aprendí a formalizarme, poner una marca, hacer grabaciones propias para los tutoriales.
¿Qué productos creó primero? Hay muchos efectos que he sacado, inclusive gracias a Dios, es que los peruanos somos muy creativos, ya patenté una. Es una transformación completa de Inca Kola a Coca-Cola, transforma el envase y el contenido. Hay cosas que yo diseñé, inspirado en otros efectos, pero adecuados de una forma particular que no podrán encontrarlas en otros sitios.
¿Cuánto tardó en crear la gaseosa? Fue un proceso de 4 o 5 meses trabajando en prototipos. Cuando el efecto me salió pude hacer el tutorial para publicitarlo, eso fue inicios de la pandemia, así que no pude promocionarlo mucho. Pero logré venderlo a algunos magos del Perú. En la magia hay un mercado potencial, hay muchos magos que compran productos, estoy enfocado en eso.
Y no hay mucha oferta, ¿no? En Perú hay pocas tiendas. En Lima hay algunas como la del mago George, pero en Arequipa no hay ninguna. Gracias a Dios tengo un pequeño nombre acá, hay muchos que me conocen. En tema de ferias y de forma virtual vengo trabajando 6 o 7 años.
¿Qué proyectos tiene a futuro? El sueño que tuve siempre es tener un local propio. He estado buscando y ahorrando, y quizás en un par de años abra la primera tienda de magia. Vender todo tipo de cosas diferentes, innovadoras y creando nuevos efectos y productos de mejor calidad.
