Cambios climáticos afecta a nevados

Los nevados van cediendo territorio al cambio climático, muchos temen que con su desaparición se acabe la principal fuente de agua del mundo, pero el futuro no es tan apocalíptico

El mundo ve en el cambio climático el apocalipsis, la venganza de la naturaleza por la incursión desmedida del hombre y sus tecnologías. Lo cierto es que este pavoroso panorama psicosocial alentado por películas de ciencia ficción, es un proceso común en un planeta de 4.543 millones de años que nos tiene como inquilinos recién hace 300 mil años cuando apareció nuestro primer pariente lejano, el Homo Sapiens, deambulaba por sus praderas.

La desglaciación, ese fenómeno por el cual cada año se ve el alarmante retroceso en los nevados del mundo, también es un proceso común que es levemente acelerado por el calentamiento global favorecido por la mano del hombre y su sello:  contaminación ambiental.

Las montañas son las principales víctimas de este periodo cálido que, según estudios de la revista Nature (2016), durará por lo menos unos 50 mil años más antes de comenzar una era de glaciación. 

La publicación concluye que “la Tierra ha estado en un ciclo de edades de hielo y períodos cálidos los últimos 2.5 millones de años”.

SIN HIELO, SIN AGUA. ¿Por qué se despiertan las alarmas cuando se habla de desglaciación y la desaparición de los glaciares? Para todos los científicos este es un proceso normal que la humanidad debe asumir y afrontar con inteligencia. 

Se teme en el aumento del nivel del mar y las grandes inundaciones, pero la principal preocupación es la posibilidad de quedarnos  sin nuestras principales fuentes de agua.

En teoría sin nevados ni glaciares el agua comenzará a escasear. La Autoridad Nacional del Agua (ANA) realiza constantes estudios científicos junto a otras instituciones como el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem) para analizar al milímetro el retroceso de las capas de hielo.

En el último censo que hizo el Inaigem se estableció que en el Perú existen 2.679 glaciares que cubren una superficie aproximada de 1.300 km2 y que están ubicados en 16 de las 18 cordilleras que existen en los Andes.

Debido al calentamiento global las montañas se deshielan. No necesariamente toda el agua discurre a los ríos, también forman sistemas subterráneos que alimentan lagunas, cochas o manantiales que pueden aparecer en cualquier parte y con esa misma rapidez suelen desaparecer.

DESPERDICIADA. ¿Cuál es el destino del agua de los deshielos? En algunos casos forman lagunas, puquios, bofedales o simplemente se pierden en el mar provocando que aumente su nivel. 

A simple vista se está desperdiciando un recurso vital no solo para el consumo humano, sino para cualquier actividad básica como la agricultura y la generación de electricidad en las hidroeléctricas. 

En el Perú no existen mecanismos eficaces para aprovechar que el recurso no se desperdicie. 

Algunas alternativas son almacenarla en represas, cosecharlas o como se está haciendo en algunos países de Europa, bombearla a las cimas de los nevados para formar capas de hielo; es decir, están creando glaciares y por ende bancos de agua.

AREQUIPA SE DESHIELA. Según el Inaigem este 2021 la Cordillera del Chila (Castilla y Caylloma), que tiene entre sus 10 montañas de más de 5400 msnm al Mismi (naciente del río Amazonas) se extinguirá completamente.

Entre 1979 y 1980 se realizó un estudio que determinó que su área de la cobertura glaciar era de 33.89 km2. En el 2016 disminuyó a 0.19 km2, y para el 2021 se estimaba su extinción total. 

Sus deshielos forman la cuenca Camaná (ríos Colca y Andagua) en la vertiente del Pacífico y la intercuenca Alto Apurímac en la cuenca Amazónica.

Otra cordillera que está a punto de desaparecer, para el 2024, es la de Huanzo que extiende su territorio en tres departamentos: Arequipa, Apurímac y Ayacucho. Sus aguas dan vida a  los ríos Huancahuanca, Oyolo y Cotahuasi que se unen y forman el río Ocoña; y los ríos Umachulco, Huancurama y Mollo que vierten sus aguas al río Colca, el río Majes y más abajo forma parte del río Camaná.

La tercera cordillera que tiene Arequipa es la del Ampato cuya ‘muerte’ está pronosticada para el 2052. Tiene como nevados principales al Coropuna, el volcán más alto del Perú con sus 6425 msnm; Ampato, Solimana, Hualca Hualca, Sabancaya, que se encuentra en proceso de erupción desde el 2016, Sara Sara, entre otros.

Su territorio se extiende en las provincias de Condesuyos, Castilla, Caylloma, Caravelí y La Unión. Sus deshielos alimentan los ríos Ocoña, Camaná,  Quilca,  Vítor, Chili, Chorunga, Colca, Chunchayo, Grande, Tapaza, Capiza, Majes, Lluta, Siguas, etc.

MUERTO EN VIDA. Una cuarta cordillera es la Volcánica, una de las dos que son consideradas como muertas por el Inaigem, debido a que no presentan ni un centímetro de glaciar. 

Desde el 2010 tienen esa denominación, aunque existen estudios que afirman  que a finales de 1970 su principal cumbre, Chachani, no tenía hielo compacto. Tampoco hay presencia de hielo en el Misti, Pichu Pichu, Ubinas, etc.

ESPEJISMO. Estos últimos días el Misti, Chachani y Pichu Pichu se han vestido de blanco como siempre lo hacen en periodos de lluvia. Este estado se denomina cobertura nival. La nieve cae pero no se compacta; es decir, no se convierte en hielo y con el tiempo desaparece.