Especialista del IGP invoca a la población a prepararse ante el gran terremoto. Sismo de 6.1 grados se registró ayer en Chala, Caravelí
La tierra se mueve de manera constante en Arequipa y en los últimos 10 días se sintieron al menos 5 sismos. De ellos, 4 fueron en territorio arequipeño y uno llegó desde Moquegua. Dentro del país, la región tiene la mayor actividad sísmica, según el Instituto Geofísico del Perú (IGP).
El pasado miércoles 16 al mediodía la magnitud del sismo fue de 5.5 grados, horas más tarde se dio una réplica, ocasionando deslizamientos y bloqueo de vías en Vítor.
En Navidad a las 18:52 horas el movimiento telúrico de 4.5 grados vino desde Ilo. El 26 a las 6:10 de la mañana sentimos el temblor de 3.7 de magnitud con epicentro en Vítor.
Ayer el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) Arequipa, reportó dos viviendas afectadas en Chala Viejo, así como un local de tragamonedas ubicado a orillas del mar, tras el sismo de 6.1 grados registrado en la madrugada a 36 kilómetros al suroeste de Chala, Caravelí.
El movimiento sísmico tuvo una profundidad de 45 kilómetros y fue percibido por lo que la población local salió de sus viviendas hacia la vía pública.
Solo en el 2020 los arequipeños también recordamos el sismo de 5.3 grados el 28 de julio, mientras el entonces presidente Martín Vizcarra daba su mensaje a la Nación.
“Estos sismos no liberan mucha energía. Son un recordatorio que habitamos en una zona altamente sísmica y estamos a la espera de un gran terremoto impredecible que puede ocurrir en unas horas, mañana, en 5 o 10 años”, explica la especialista en sismología del IGP, Lizbeth Velarde Quispe.
ALERTA. Esto encendió las alarmas en la población, pero la especialista aclara que este es un error. “Hay una falsa percepción que este año hubo más temblores. La razón debe ser porque ahora estamos más tiempo en casa por la pandemia, los sismos se han mantenido en la región”.
Más allá de miedo y paranoia, esto debe generar una población preparada y responsable. Con una mochila de emergencia en sus viviendas. Construir en suelos estables alejados de torrenteras y zonas de riesgo. Y una cultura de simulacros para saber cómo actuar y coordinar con la familia y en el trabajo por donde ir en caso de sismos, señala la especialista.
ESTUDIOS. En 1868 se dio un gran terremoto en las costas de Tacna que liberó energía de las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana. El movimiento telúrico llegó a destruir hasta Arequipa e incluso llegó a Ica. Sin embargo, aún hay energía que falta liberar.
En 1942 fue el terremoto de 8.4 grados en Camaná, Aplao y Mollendo. Cerca de 60 años después el 23 de mayo de 2001 la Ciudad Blanca sufrió el terremoto de 8.4 grados con epicentro en Ocoña, que dejó a la Catedral destruida, 74 muertos y miles de heridos. Pero estos no disminuyeron la energía acumulada.
Antes de 1960 no se tenían los equipos técnicos para un registro instrumental de los sismos, por ello la información se recopila de textos de sacerdotes, escritores, historiadores, entre otros.
Después recién se obtuvo la tecnología para el estudio científico. Pero solo se tienen registros de los terremotos en 2001 (Arequipa) y 2007 (Ica). “Es poca información para establecer una temporalidad de los eventos sísmicos. Por eso estos no se puede predecir y generar falsas alarmas indicando una fecha y hora. Hasta el momento eso es imposible”, previene la sismóloga.
MOVIDO. Según el sistema Censis IGP, en el país solo en diciembre se registró 55 sismos de considerable magnitud. “A la semana hay decenas de movimientos telúricos que no son percibidos”, señala el especialista del IGP, José Torres Aguilar.
Según estudios del IGP se identificó zonas de acumulación de energía importante frente a las costas de Tacna- Moquegua y otra frente a la costa de Camaná.
“La zona de Arequipa sigue constante con un desplazamiento entre 6 y 8 centímetros por año, según investigación es un desplazamiento normal. Sin embargo, en Tacna y Lima hay un silencio preocupante de acumulación de energía”, explica a Viral por último Torres.
