El contagio en los vehículos públicos





Por Olga Escudero Valer
Periodista

Como periodista, recorro las calles a diario y ni en los meses tan severos de la pandemia dejé de hacerlo, por lo que es obligatorio abordar combis, buses, taxis y todo tipo de transporte público, adoptando las medidas necesarias para evitar contagios. 

Los primeros días, es decir en junio y julio de este año 2020 apreciaba mucho interés en los conductores en mantener sus botellas con alcohol cerca a las puertas de acceso y relucían las cabinas de aislamiento, incluso no permitían pasajeros de pie y hasta en los paraderos finales observé los lavamanos portátiles. Hoy no se ve lo mismo. 

Casi todos los transportistas ya ni alcohol tienen en sus botellas, los surtidores están rotos y si hay líquido, no es bactericida, solo agua con algo de detergente. Los cobradores permiten subir a personas que no usan protector facial y hasta llaman pasajeros gritando en la cara de uno. Es decir que el gremio ya no recuerda que seguimos viviendo en pandemia. 

Casi lo mismo sucede en el servicio de taxis, pero afortunadamente es menor la irresponsabilidad. Las unidades pertenecientes a empresas reconocidas al menos todavía cumplen los protocolos sanitarios para la prevención del Covid-19, pero no es suficiente para preservar la salud de los usuarios.  

Tales protocolos contemplados en leyes, decretos supremos, resoluciones ministeriales y normas adoptadas por las comunas provinciales, simplemente no son aplicados por los operadores y conductores del transporte público en claro perjuicio del usuario.   

Y tal parece que los inspectores de la Municipalidad Provincial también han bajado la guardia porque en sus escasos operativos ni suben a los buses a revisar la existencia del alcohol, tacho para desperdicios, cabinas selladas, ventilación y otras condiciones; sólo piden documentación y en 3 minutos el vehículo sigue circulando.   

¿Estarán tomando pruebas rápidas al personal? ¿Fumigarán los carros en cada vuelta? ¿Será alcohol lo que contienen algunas botellas al interior de los buses? ¿Respetan el aforo en cada unidad?¿Desinfectarán los pasamanos, manijas y asientos? No tendremos respuestas. Por ello es mejor que uno mismo viaje con su botella con alcohol y gel desinfectante para protegerse.