Debate frustrado





La lentitud inicial, debido al absurdo formato planteado por el Jurado Nacional de Elecciones, puso en evidencia el nerviosismo de los varones participantes, especialmente del moderador que parecía estar un tanto incómodo.

El hijo del Movadef comenzó igualmente un tanto alterado lo que le llevó a pedir urgentemente un razonador magnético en lugar de un resonador, cuando expuso sobre la salud en el país y la adecuada atención de la pandemia causada por el chinavirus.

Sorprendentemente llegó a decir que muchos de los casi 200 mil muertos que ha acumulado el Perú a causa del covid 19 han muerto de miedo, sin hacer referencia alguna al motivo que le llevó a hacer semejante afirmación. 

Las generalidades, lugares comunes y cháchara inconsistente se apoderaron de ambos candidatos, lo que llevó a Castillo a dejar de usar 38 segundos en el bloque de economía, pese a que uno de los moderadores le hizo ver tal inconsistencia, que se repetiría más de una vez.

La hija del japonés con más experiencia política y también ante las cámaras, se dedicó a punzar a su contrincante, es por eso que empezó su performance mostrando una de las piedras que le lanzaron en la víspera, al llegar a la Blanca y Heroica.

Optó por hacer una serie de ofertas cargadas de populismo como el bono de 10 mil soles a cada una de las familias que perdieron a un familiar a causa de la descontrolada pandemia, sin explicar de dónde vendrían esos fondos.

Para no quedarse atrás el postulante ofreció crear 100 mil empleos para jóvenes sin mencionar las fuentes de financiamiento, ni los rangos de edad de los que serían atendidos. “No más abusos de las AFPs ni de las ONPs”, señaló más adelante.

Las preguntas de los ciudadanos debieron obviarse no solo por lo inocentonas y monses, sino porque al estar grabadas previamente no solo no guardaban relación alguna con el debate, sino que contribuían a enfriarlo aún más que la noche misma.

En suma, una confrontación que dejó más dudas que certezas para miles de peruanos que todavía no han definido que hacer, salvo en el caso del vasto sur rojo que incluye a Arequipa y que ya ha definido su posición extrema en la elección más crítica en décadas, y en el peor momento de su historia, con más de 40 muertos diarios por covid.