Llegada y salida


Llegada y salida

Milagros Tairó Medina
milagrostairomedina@gmail.com

El halo de esperanza y avance que rodeó la llegada del primer lote de vacunas contra el coronavirus no duró ni una semana. El domingo pasado el gobierno de Francisco Sagasti, liderado por él mismo, celebraba el arribo de las primeras 300 mil dosis, y ya a mitad de semana se conocían irregularidades, posiciones absurdas, pero fue la “vacunación” secreta de Martín Vizcarra, lo que causó un sismo político que ha terminado con la salida de Pilar Mazzetti del Ministerio de Salud. Todo en medio de un virus que no da tregua. 

Hasta el martes la principal preocupación del gobierno eran los “antivacuna”, el propio Sagasti les hizo frente al ser el primero en vacunarse “con confianza y sin miedo”, apelando a la existencia de más de 200 años de las vacunas y su aporte a la humanidad.  Dos días después llegó el primer golpe al saberse que 35% de inscritos en el padrón de la primera fase de vacunación en Arequipa había personal no médico o de la primera línea de atención. Situación que se repite en otras regiones. Ya lo dijo la Contraloría, el padrón no está ordenado, sistematizado, depurado y ni actualizado. ¡Ay Perú!    

Pero el golpe más fuerte lo dio Martín Vizcarra, al hacerse público que en octubre de 2020, cuando era presidente recibió la vacuna de Sinopharm junto a su esposa, lo que él ha tratado de justificar diciendo que fue un ensayo clínico. El punto aquí es su silencio, solo habló del tema al verse obligado a hacerlo, pero cuando se trató de criticar al actual gobierno por su gestión de las vacunas o querer sacar réditos no guardó silencio. El electorado, en especial el de Lima, de donde aspira ser congresista, deberá ser el primero en juzgarlo. 

Lo de Vizcarra fue más que aprovechado por el Congreso que rapidito alistó la moción de censura contra Mazzetti, no por el manejo del virus, sino por “cómplice” del exmandatario, hecho que la ahora exministra negó durante su presentación ante los parlamentarios y hasta criticó porque se generaba un conflicto de intereses. Habló al vacío pues la moción siguió y ella la frenó renunciando. Es la quinta ministra de Salud en 11 meses, lo que sin duda, también afecta la gestión de la pandemia.  

La cereza la puso el gobernador regional, Elmer Cáceres Llica, que insiste en comprar vacunas de Rusia directamente cuando por norma no puede y hasta trasladarlas en carritos de helado. Este intríngulis muestra como el aprovechamiento no usa mascarilla, ni se desinfecta, no importa la pandemia y sus lamentables consecuencias, ni que 31 provincias del país estén en riesgo extremo entre ellas Arequipa, Caylloma, Camaná e Islay.